Los hermanos capuchinos de la Custodia de Amazona y Roraima, en Brasil, y sus proyectos en plena pandemia del coronavirus
Manaos, la Amazonía de Brasil. Este lugar se transformó hace algunas semanas en noticia a nivel internacional debido a la crisis del oxígeno y el avance del coronavirus. Mientras esto sucedía, y a medida que se fueron apagando los ruidos mediáticos, muchas personas continuaron su trabajo silencioso en pos de ayudar a los más necesitados.
Es ahí donde entra la Iglesia a través de diversas organizaciones y congregaciones, más allá de organismos como la Red Eclesial Panamzónica (Repam) que además de hacer referencia al aumento de casos ofrece un monitoreo constante de la pandemia.
El ejemplo de colaboración se podría extender a otros como los Caballeros de Colón y el envío de oxígeno a Manaos para evitar que más gente muera asfixiada por falta de respiradores.
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Pero lo propio sucede con los capuchinos, y en particular la Custodia de los Capuchinos de Amazonas y Roraima. En una región donde hasta el momento se han dado más de 10.000 fallecimientos a causa del coronavirus, los capuchinos siguen desplegando un sinfín de proyectos en pos del combate y la cercanía a los que más sufren.
«S.O.S oxígeno» y más
En Manaos, por ejemplo, los capuchinos han desarrollado el proyecto “S.O.S oxígeno”. A través de esta iniciativa ha sido posible la puesta en macha de instalación de una miniplanta de oxígeno. Lo mismo, indica la web de la Ordo Fratrum Minorum Cpuccinorum (Ofmcap), contenedores individuales de oxígeno con ayuda desde Colombia.
Pero los proyectos se extienden y van más allá de estos insumos. Por ejemplo, a través de otra iniciativa sobre canastas alimentarias, elementos de higiene, medicamentos y ropa para familias de centro y las periferias de Manaos. O también otros ejemplos como proyecto denominado “Alimento en el Hospital” a través del cual se prepara comida para agentes sanitarios y colaboradores.
Las acciones podrían continuar (las clarisas capuchinas también forman parte de algunos de estos y proyectos) y no hacen más que confirmar el amor en tiempos de pandemia. Un verdadero S.OS. de esos que llegan en el momento justo y a la hora más indicada.
La tarea de los capuchinos en imágenes (hacer click en galería):
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