John Henning Schumann, profesional de la salud y presidente de la Universidad de Oklahoma, recientemente se ha enfocado en encontrar los factores que contribuyen a la longevidad y que en lugar de curarnos, evitan que nos enfermemos pemitiéndonos tener una vida saludable y feliz. Genial.guru te invita a conocer algunos de sus consejos a la hora de incorporar hábitos para sentirnos plenos y asegurarnos de vivir tantos años como queramos.
Schumann dice que a menudo las personas a su alrededor le preguntan sobre sus síntomas; todo el mundo quiere saber de dónde han salido las afecciones de las que sufre, si se trata de un virus, de bacterias, de problemas genéticos... "Tanto los profesionales de la medicina como los pacientes están muy enfocados en el síntoma", dice este médico, "en muy pocas ocasiones existe una preocupación por evitar la enfermedad y vincular los síntomas con nuestro modo de vida".
Sin embargo, existen en el mundo lugares en donde la felicidad y la longevidad van de la mano, sitios en donde la medicina occidental no está necesariamente a la vanguardia y a pesar de ello las personas sufren de menos enfermedades y ven la vida con mejores ojos. ¿A qué se debe esto?, ¿es simplemente una diferencia cultural de la que no podemos ser parte porque vivimos en grandes ciudades envueltos por el ruido y la velocidad de las cosas? Schumann descubrió que no es así. La longevidad de estas personas se debe a algunos de sus hábitos, pero en especial a un aspecto de su modo de vida: viven con lo esencial, y esta categoria de lo "esencial" se expande a todos los niveles de la vida: mental, emocional, económica y materialmente.
Según lo anterior, muchos de nuestros hábitos occidentales contemporáneos son los encargados de disminuir drásticamente nuestra felicidad. Vivimos en una cultura que alaba la abundancia y el derroche, que promueve la ambición y felicita los excesos. ¿Por qué tener más y más nos parece necesariamente bueno? Queremos más amigos, más espacio, más propiedades, mucho más dinero, más belleza, más experiencias... Lo que tienen en común las poblaciones de estos lugares llamados "zonas azules" es que las expectativas frente a la vida permanecen modestas en todos los sentidos. Gracias a esto las personas no persiguen metas inalcanzables, no se sobresfuerzan por alcanzar estándares de vida que superan sus dimensiones y sobre todo se sienten satisfechas con lo que tienen. ¿El resultado? Viven más y mejor que en cualquier otro lugar del mundo.
Dentro de los consejos que brinda el doctor Schumann para mejorar la calidad de vida y la salud, el anterior es el más importante. Vinculados a él, existen otros elementos que también contribuyen con este fin:
- Dormir lo suficiente.
- Mover el cuerpo de manera placentera durante al menos una hora al día (esto quiere decir que no se trata de torturarse en el gimnasio para tener un cuerpo más atractivo, sino de tener actividad física que nos conecte con nuestra dimensión corporal y que resulte placentera).
- Comer de manera saludable (muchas verduras y en pocas cantidades).
- Interactuar socialmente.
- Tomarse el tiempo de reflexionar sobre las cosas por las que estamos agradecidos.
- Apagar la televisión antes de dormir; dedicar unos minutos a leer o simplemente oír el silencio alrededor.
- Ayudar a otros.
- Respirar profundamente, asegurándose de que el aire baje más allá de la garganta.
- Tomar algunas copas de vino a la semana.
- Estar en contacto con animales.
- Tener plantas en casa.
- Decir lo que sentimos cuando lo sentimos.
- Dedicar tiempo a disfrutar de estar solos.
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