domingo, 3 de octubre de 2021

¿Qué es el running?

 


¿Qué es el running?

El runningfooting, correr o jogging, son algunos de los términos más usados en la actualidad para referirse a la carrera continua, el acto por el que alternativamente los pies tocan el suelo a una velocidad mayor que al andar. Esta disciplina, en principio, la puede practicar cualquier persona y se suele realizar al aire libre. En los últimos años ha aumentado considerablemente el número de personas que se ha sumado al running por los beneficios físicos y mentales que aporta al organismo.

Beneficios para la salud

Las ventajas de esta práctica deportiva frente a llevar una vida sedentaria son muchas. Entre las principales, destacan las siguientes:

  • Disminuye la posibilidad de contraer enfermedades: Correr de forma regular reduce considerablemente el riesgo de desarrollar hipercolesterolemiaobesidadhipertensión o diabetes tipo 2. Además, también disminuye el riesgo de padecer emboliascáncer de mama u osteoporosis, entre otras patologías.
     
  • Mejora la salud: Otros beneficios asociados a correr son la mejora del sistema inmunológico y del sistema cardiovascular, la estimulación de la capacidad pulmonar, la aceleración del metabolismo o que eleva los niveles de colesterol bueno. Por otro lado también disminuye el riesgo de que se formen coágulos de sangre.
     
  • Fortalece los huesos: El ejercicio de impacto, como el running, ayuda a que los huesos se fortalezcan y aumenten su densidad lo que previene la osteoporosis.
     
  • Ayuda a combatir la ansiedad y el estrés: Al correr se segregan endorfinas que mejoran la actitud mental del corredor y favorecen que el deportista haga frente a problemas como la ansiedad.
     
  • Ayuda a controlar el peso: La quema calórica que se realiza en el running ayuda a que el gasto calórico del día aumente y propicie la pérdida de peso o el mantenimiento. Si el objetivo del deportista es adelgazar, los especialistas recomiendan combinar el ejercicio con una buena dieta alimentaria.
     
  • Lucha contra la celulitis: Correr ayuda a disminuir la grasa corporal, incluso la que se acumula generando la celulitis.
     
  • Tonifica: Con el running no sólo se tonifican y fortalecen las piernas. Los brazos, el abdomen y la espalda también se ven beneficiados.
     
  • Ayuda a descansar mejor: El esfuerzo de la carrera y de la actividad del día favorece que por la noche sea más fácil conciliar el sueño.
     
  • Aumenta la autoestima: Si se realiza con frecuencia, marcarse objetivos y conseguirlos y las mejoras físicas que sufre el organismo consigue aumentar la autoestima del corredor.
     

Posibles riesgos

En principio, hacer running es un deporte apto para todo el mundo, pero el hecho de correr puede repercutir sobre el cartílago de las articulaciones de carga y sobre la columna vertebral, entre otros. Para evitar un impacto no deseado sobre la salud, es aconsejable consultar con un especialista antes de empezar, sobre todo si se da alguna de estas situaciones:

  • Lesiones estructurales importantes en los pies.
  • Lesiones en la columna vertebral como espondilolistesis (desplazamientos vertebrales) avanzadas, artrosis importantes, inestabilidades vertebrales o escoliosis (desviaciones laterales) severas.
  • Problemas cardiorrespiratorios graves.
  • Lesiones en articulaciones de carga que afecten al cartílago articular, como las caderas o las rodillas.

En caso de duda, es recomendable acudir a un especialista que nos informe de los posibles riesgos que esta actividad conlleve para nuestra salud, así como de los ejercicios calentamiento o el equipo más adecuado para salir a correr de forma segura.

Evitar lesiones

A la hora de empezar a correr conviene seguir una serie de recomendaciones para evitar sufrir alguna lesión. Además, el tipo de ropa, la posición del cuerpo mientras se practica el deporte y principalmente las zapatillas influirá para evitar problemas. Algunos aspectos a tener en cuenta son:

  • Antes de empezar a correr realizar siempre un calentamiento.
  • Evitar el asfalto y correr preferiblemente sobre grava o tierra.
  • Mantener una buena postura y los hombros relajados mientras se corre.
  • Si se va a correr de forma habitual, conviene que las zapatillas lleven amortiguación y que se cambien cuando el uso esté cerca de los 550 kilómetros.
  • Mantener una buena hidratación antes y después de la rutina deportiva.
  • No excederse en la duración y en la intensidad del entrenamiento.
  • Parar en el instante en que se empiece a sentir dolor.
  • Si se tiene algún tipo de lesión articular es recomendable cambiar a un tipo de deporte que no tenga impacto sobre dicha articulación.

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