LA PERSONA MÁS IMPORTANTE
La persona más importante de tu vida eres tú mismo.
Los demás son proyecciones de tu mente que actúan como espejo, para reflejar los aspectos de tu subconsciente que has de trabajar (sanar).
No te prives de tu libertad diciendo "sí" a los demás. Primero estás tú y después los demás.
No debes complacer a nadie, no debes privarte de tu libertad para hacer felices a los demás.
Cuando se dé una situación en la que tú y el otro no estéis de acuerdo, debes comunicarle tu punto de vista con respeto y amor. Que el otro te comprenda es cosa suya. Tú no eres responsable de lo que sienten los demás, eres responsable de lo que tú sientes y de la manera en cómo tratas a los demás.
Aprende a decir "no" cuando sientas que es "no". Sin miedo.
Mientras trates a los demás de la manera correcta; con amabilidad, amor, respeto y gratitud, estarás en dharma (hacer el bien a uno mismo y a los demás). Y cuando estás en dharma solo hay lugar para la paz, la felicidad y la abundancia.
Es muy importante tu libertad y la libertad de los demás.
Cuando sientas que alguien de tu entorno no te trata con respeto, sientes que de alguna manera está limitando tu libertad, debes alejarte de esa persona, con amabilidad, con amor... deseándole lo mejor.
Si es alguien de tu familia, puedes poner distancia entre tú y la otra persona, siempre con amor; respetando su libertad y también respetándote a ti mismo.
No permitas que nadie te maltrate, no permitas que te utilicen para su beneficio, haciéndote sentir culpable si no haces lo que la otra persona quiere. La vida no es así... no se trata de aguantar, ni de permitir que los demás abusen de ti.
Simplemente puedes decirle amablemente: "Gracias, pero no me siento bien cuando me hablas así. Es beneficioso para ambos que haya respeto".
Absolutamente nadie puede pretender cambiar a otra persona, ni mucho menos que esté a sus pies.
Nadie es esclavo de nadie.
Si la otra persona no comprende que tú eres un ser libre, no tienes más remedio que alejarte de ella, con amabilidad, con amor.
Cuando pretendes que otra persona haga lo que tú quieres, le estás privando de su libertad, y al mismo tiempo estás creando karma.
De la misma manera, cuando tú mismo permites ser abusado o privado de tu propia libertad, porque no tienes más salida en la vida que estar junto a esa persona, también estás creando karma para ti mismo.
Así que, para liberar este karma, solo tienes que hacer una única cosa: comunicarle con amor a la otra persona que debe respetar tu libertad, y que a partir de ahora ya no permitirás estar bajo sus pies.
En el momento en que des este paso, automáticamente la vida dará un giro, tu karma se liberará y lograrás la paz y felicidad.
La vida no se cambia desde afuera, sino desde tu interior. Haz la prueba y te sorprenderás. Toma consciencia y cambia tu actitud, y de pronto verás que el mundo de allá afuera cambiará automáticamente... como por arte de magia.
Nadie es más importante que tú mismo, que tu libertad. Y al mismo tiempo, la libertad de todos es tu propia libertad. Así que toma consciencia: respétate a ti mismo y respeta a los demás.
Camino al despertar
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