POR RICK WARREN — DICIEMBRE 14, 2022
“Hay más bendición en dar que en recibir”. Hechos 20:35 (NTV)
Cuando se trata de generosidad, una de las mejores formas de aprender es del ejemplo de los demás.
Aprendí a ser generoso de mis padres. Crecí viéndolos regalar tantas cosas en la vida. Regalaron hospitalidad, ingresos y comida. Ellos regalaron tiempo, energía y esfuerzo. Ofrecieron sus dones y recursos con la mano abierta, y fueron algunas de las personas más alegres que he conocido.
La Biblia ofrece otro gran modelo de generosidad: la iglesia en Macedonia. Esto es lo que el apóstol Pablo dijo acerca de ellos: “Ahora quiero que sepan, amados hermanos, lo que Dios, en su bondad, ha hecho por medio de las iglesias de Macedonia. Estas iglesias están siendo probadas con muchas aflicciones y además son muy pobres; pero a la vez rebosan de abundante alegría, la cual se desbordó en gran generosidad” 2 Corintios 8:1-2 (NTV).
Nota cómo la iglesia en Macedonia tenía que lidiar con sus propios problemas. Fueron “probadas con muchas aflicciones” porque vivieron durante el Imperio Romano, cuando Nerón era emperador. Era una época en la que ser cristiano podía conducir a una sentencia de muerte. Los macedonios no solo estaban siendo perseguidos por su fe, sino que también eran extremadamente pobres y tal vez necesitaban asistencia financiera.
Pero debido a que “rebosan de abundante alegría”, sus circunstancias difíciles no les impidió tener “gran generosidad” aun siendo muy pobres. No dieron por deber u obligación. Dieron de alegría.
La Biblia dice: “Hay más bendición en dar que en recibir” Hechos 20:35 (NTV).
Cuando era niño, no creía ese versículo. Era inmaduro y pensaba que era más divertido recibir que dar. Y la Navidad siempre se trataba de mí: “¿Qué me van a dar?”
Pero a medida que mis padres me enseñaron el valor de la generosidad, comencé a experimentar la alegría que proviene de dar. Lentamente comencé a madurar y entendí que realmente hay más alegría en dar que en recibir.
Tal vez te encuentres dando por presión o compulsión, y te sientas miserable. Prueba esto en su lugar: da con alegría, sabiendo que Dios siempre es generoso al proveer para tus necesidades. Después de todo, ya te ha dado el regalo más grande de todos, el regalo de la salvación a través de su Hijo, Jesucristo.
Reflexiona Sobre Esto:
- ¿Quién ha modelado la generosidad para ti? ¿Cómo ha afectado su influencia tu deseo de ser generoso con los demás?
- Las personas más felices del mundo son las que dan. Las personas más infelices del mundo son los que quitan. ¿Puedes dar un ejemplo de cada tipo de persona?
- ¿Qué puedes dar de alegría esta semana?
Si todavía no has confiado en Jesús y no te has comprometido a seguirlo, ¿por qué esperar más? Si estás listo para cruzar esa línea y tomar la decisión de creer en Jesucristo y seguirlo; haz esta oración.
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