Conocer tu nivel de colesterol es clave para prevenir las enfermedades cardiovasculares. Aunque basta un análisis de sangre para averiguarlo, la mayoría de la población desconoce si padece hipercolesterolemia. Médicos y farmacéuticos ofrecen argumentos para salir de la ignorancia.
Más de la mitad de la población adulta española (el 52%) desconoce cuál es su nivel de colesterol. Esta falta de conocimiento es muy preocupante porque se trata de un factor de riesgo primordial de la enfermedad cardiovascular, que es la primera causa de muerte. En torno a una de cada tres personas fallecen por enfermedad cardiovascular en España y una cuarta parte de esas muertes está causada por la hipercolesterolemia.
El estudio Iberican de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen) reveló que la prevalencia de la hipercolesterolemia en España es de uno de cada dos mayores de 18 años. Por lo tanto, se trata del factor de riesgo cardiovascular más prevalente. Los resultados del estudio Enrica son también muy esclarecedores: solo el 13,2% de las personas que tienen un colesterol alto están controladas y apenas el 25% de quienes presentan un colesterol LDL elevado (popularmente conocido como el malo) están siendo tratadas.
Afortunadamente, hay un gran margen de acción porque es una dolencia prevenible y tratable. La educación para la salud y la concienciación juegan un papel fundamental, tal y como se ha puesto de manifiesto en el desarrollo de una campaña de cribado del colesterol impulsada por la Fundación de la Sociedad Española de Farmacia Clínica, Familiar y Comunitaria (Sefac) de la mano de la Fundación Viatris para la Salud. Un total de 231 farmacias evaluaron en 2021 el control del colesterol LDL de 845 personas seleccionadas por su alta probabilidad de tener niveles elevados: mayores de 40 años, posible obesidad, otros factores de riesgo cardiovascular como hipertensión arterial o diabetes, etc.
Casi un 40% de los participantes en la campaña fueron derivados al médico (siguiendo el protocolo de derivación elaborado por Sefac y Semergen) y a más del 20% se les instauró un tratamiento farmacológico (las estatinas fueron las más prescritas por el médico de familia para el control de la patología) o se les pautó un complemento alimenticio (los que tienen una base de levadura de arroz rojo y otros componentes fueron los más recomendados por los farmacéuticos).
Claves para entender la importancia del colesterol
Sea por desconocimiento o porque no se le concede la importancia que merece, el colesterol sigue siendo un problema infradiagnosticado e infratratado, con el resultado de una amplia mortalidad que podría haberse evitado. Estas son las cuatro claves que explican por qué debe tomarse más en serio el colesterol.
1. La hipercolesterolemia es un problema silencioso
Javier Anitua, director de la Fundación Viatris, ofreció un dato muy preocupante en la presentación del programa de cribado: “Un 41% de los españoles piensa que el colesterol es algo que va asociado a algún tipo de sintomatología; por lo tanto, si no la percibe es muy fácil que deje de ser adherente al tratamiento”. Lo cierto es que los niveles altos no producen ningún síntoma. Un análisis de sangre es la única manera de detectar la hipercolesterolemia.
2. Los niveles elevados de colesterol incrementan el riesgo cardiovascular
Lo que sí causa síntomas son las enfermedades cardiovasculares que provoca la hipercolesterolemia. El colesterol es una sustancia grasa que el organismo necesita para la realización de diversas funciones. El problema surge cuando hay un exceso. Cuando las células son incapaces de absorber todo el colesterol que circula por la sangre, el sobrante se deposita en la pared de las arterias y contribuye a su progresivo estrechamiento, originando la aterosclerosis. Con el tiempo, estos depósitos en las arterias crecen y hacen que sea más difícil que fluya suficiente sangre a través de ellas. Además, esos acúmulos de grasa pueden romperse y formar trombos (coágulos de sangre) que causen un infarto de miocardio o un ictus. Cuanto más elevadas estén las cifras de colesterol, mayor será el riesgo cardiovascular. El peligro será muy superior si concurren otros factores de riesgo cardiovascular, como la obesidad, la diabetes o la hipertensión arterial.
Las cifras de colesterol que se consideran normales son las siguientes, según informa la Fundación Española del Corazón (FEC):
- Colesterol total: menos de 200 mg/dl.
- Colesterol LDL: menos de 100 mg/dl.
- Colesterol HDL: superior a 35 mg/dl en el hombre y 40 mg/dl en la mujer.
Se considera que los niveles se sitúan en un rango normal-alto cuando las cifran son las siguientes:
- Colesterol total: entre 200 y 240 mg/dl. Se considera hipercolesterolemia a los niveles de colesterol total superiores a 200 mg/dl.
- Colesterol LDL: de 100 a 160 mg/dl.
Se habla de colesterol alto a partir de estas cifras:
- Colesterol total: por encima de 240 mg/dl.
- Colesterol LDL: por encima de 160 mg/dl.
“Está demostrado que las personas con niveles de colesterol en sangre de 240 tienen el doble de riesgo de sufrir un infarto de miocardio que aquellas con cifras de 200”, aseguran desde la FEC. En todo caso, la fundación científica puntualiza que con estas recomendaciones no se debe concluir “que la cifra normal de LDL deba rondar los 100 mg/dl. En algunos casos, el nivel deseable de LDL puede ser incluso menor de 70 mg/dl”. Dependerá, entre otras cosas, de la edad y de los factores de riesgo cardiovascular concomitantes.
3. El cambio de estilo de vida es muy eficaz frente al colesterol
La modificación del estilo de vida es la primera recomendación de los médicos y farmacéuticos para reducir los niveles de colesterol. Numerosas investigaciones científicas corroboran su eficacia. De hecho, en personas con niveles no excesivamente elevados y sin otros factores de riesgo cardiovascular, si se siguen de forma adecuada las pautas dietéticas y de ejercicio, puede bastar para acabar con la hipercolesterolemia. Estas son las principales recomendaciones que recoge el Protocolo de dislipidemias elaborado por Sefac y Semergen con el apoyo de la Fundación Viatris:
- Incentivar la actividad física para conseguir un balance calórico negativo en pacientes con sobrepeso u obesidad.
- Reducir las grasas saturadas, limitando las carnes procesadas y embutidos. Retirar la grasa visible antes de su cocinado.
- Recomendar el consumo de pescado, especialmente azul (sardina, salmón, atún, caballa, jurel…).
- Reducir al máximo la ingesta de grasas trans, presentes fundamentalmente en los precocinados y bollería industrial.
- Fomentar el consumo variado de frutas y verduras y de alimentos ricos en fibra alimentaria como legumbres, cereales integrales y frutos secos.
- Limitar al máximo el consumo de bebidas azucaradas.
- Fomentar la utilización de aceite de oliva, especialmente virgen.
- Evitar los azúcares refinados y moderar el consumo de alcohol.
- Promover una adecuada higiene del sueño, con un descanso nocturno de 7 a 8 horas.
4. En las personas con más riesgo es necesario usar medicación
Las medidas de modificación del estilo de vida siempre son necesarias, pero a veces no bastan para controlar la hipercolesterolemia. Cuantos más factores de riesgo cardiovascular acumule una persona, mayores serán sus probabilidades de sufrir un infarto o un ictus. Por eso, cuanto mayor sea el riesgo cardiovascular de una persona, menores serán las cifras de colesterol LDL a partir de las cuales se prescribirán fármacos como las estatinas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario