“Cuando los fundamentos son destruidos, ¿qué le queda al justo?”. Salmos 11:3 (NVI)
Lo que creemos sobre el mundo que nos rodea configura todo sobre nuestras vidas. He compartido esto contigo muchas veces en estos devocionales. Lo que crees determina tu comportamiento. Entonces, tu comportamiento determina en qué te conviertes, y eso tiene un efecto directo en la dirección de tu vida.
Lo mismo es cierto de un país o del mundo. Están en gran medida moldeados por los valores que creemos.
El problema es que hemos adquirido tres filosofías muy destructivas que han reemplazado a la verdad en nuestras vidas.
- Individualismo: comprendemos la mentira de que somos el único estándar para nuestras vidas. Hace unos años leí un artículo del ‘Wall Street Journal’ que decía que el 44 por ciento de los ejecutivos consultan primero consigo mismos en una crisis ética. Eso no es nada nuevo. Los israelitas pasaron por esto en el libro de Jueces cuando la Biblia dice: “En esos días, Israel no tenía rey; cada uno hacía lo que le parecía correcto según su propio criterio” Jueces 21:25 (NTV). No funcionó bien entonces, y no funciona bien hoy.
- Secularismo: Puedes resumir esto en tres palabras: Dios es innecesario. En el último medio siglo, hemos eliminado sistemáticamente a Dios de todas las áreas de nuestras vidas, desde las escuelas hasta el gobierno y los medios de comunicación. Básicamente hemos relegado a Dios a los domingos por la mañana, si es que lo consideramos entonces.
- Relativismo: Es cuando nos dicen que no hay absolutos, lo que es verdad para ti puede no ser cierto para mí. Es una excelente manera de vivir si no quieres culpabilidad. Si no estás a la altura del estándar de Dios, simplemente cambias el estándar. Es ilógico e irracional, pero prevalece en nuestro mundo de hoy.
No te dejes engañar por el individualismo (amor a sí mismo), el secularismo (Dios es innecesario) o el relativismo (no hay absolutos).
Las consecuencias como sociedad y para nosotros como individuos por caer en estas trampas son asombrosas. Sin un compromiso con la verdad y sin un compromiso con la autoridad de Dios, nuestra cultura se está desmoronando.
En el devocional de mañana, comenzaremos a explorar la respuesta de Dios para nuestro colapso moral.
Reflexiona sobre esto:
- ¿Cómo has visto el individualismo, el secularismo o el relativismo influir en las familias que conoces?
- ¿Cómo crees que la falta de compromiso de nuestra sociedad con la autoridad de Dios ha influido en nuestro declive moral?
- ¿Cuáles son algunas de las consecuencias de este declive moral que son evidentes en nuestra cultura?
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