Si has visto Juego de Tronos sabrás que winter is coming (se acerca el invierno), y con éste nos enfrentamos a nuestros propios caminantes blancos: los virus, bacterias y parásitos, culpables de resfriados y gripes. Para evitar que nos vuelvan a ganar la batalla debemos aumentar nuestras defensas y proteger nuestro sistema inmune como si de nuestro reino se tratara.
El sistema inmunológico protege al organismo de enfermedades causadas por virus, bacterias y parásitos. Los leucocitos, también llamados glóbulos blancos, forman parte de este sofisticado sistema, y se encargan de destruir los microbios y agentes tóxicos para mantener nuestro cuerpo lejos de cualquier enfermedad infecciosa.
No solo los cambios de temperatura son los responsables, algunos factores como el estrés, el ritmo de vida acelerado y una alimentación poco adecuada también puede debilitar nuestro sistema inmunológico.
¿Cómo fortalecer el sistema inmunológico?
Para que el próximo invierno los virus y bacterias no te ganen la batalla, si no eres Khaleesi ni tienes dragones que te protejan, vamos a ofrecerte una serie armas con las que afrontar la llegada del frio.
1-Cuida tu alimentación:
Una dieta variada y equilibrada rica en zinc y vitaminas A, B, C y E, son esenciales para fortalecer el sistema inmunitario. Reduce o evita al máximo consumir alimentos refinados y frituras. Aumenta el consumo de frutas cítricas y verduras ya que actúan como antioxidantes para proteger y fortalecer tu sistema inmune.
Prueba a incorporar en tu dieta diaria éstos alimentos para aumentar las defensas y fortalecer el sistema inmunológico:
- Alimentos con vitamina A, protegen las células respiratorias y ayudan a mejorar la inmunidad de la piel: tomate, remolacha, fresas, cerezas, espinacas, lechuga, zanahoria y calabaza.
- Alimentos con vitamina B, fundamental para aumentar las defensas y mantener el buen funcionamiento del organismo: Pescado, huevo y legumbres.
- Alimentos con vitamina C, esencial para el buen funcionamiento del sistema inmunológico. Una excelente fuentes son los cítricos como la naranja, el limón, el kiwi, manzana y vegetales de hoja verde como el brócoli, los pimientos y las patatas.
- Alimentos con vitamina E, refuerza el sistema inmunológico por sus propiedades antioxidantes naturales: frutos secos, espárragos y aceite de oliva.
- Alimentos ricos en Zinc, como cereales integrales, marisco, legumbres, huevos, productos lácteos, pescado, carnes y semillas de calabaza. Una deficiencia en zinc puede debilitar el sistema inmunológico, permitiendo la entrada de virus y agentes externos.
2-El ejercicio forma parte de tu vida:
Practicar ejercicio de forma regular no sólo te ayudará a mantenerte en forma, es fundamental hacer ejercicio ya que ayuda a tu cuerpo a combatir las infecciones y disminuye el riesgo de padecer otras enfermedades. Involúcrate en actividades físicas que disfrutes: nadar, zumba, pilates, sal a correr o camina 20 minutos diarios. Crea tu propia rutina y haz ejercicio de dos a tres veces por semana. ¡Notarás la diferencia y te sentirás mejor!
3-Gestión del estrés y la ansiedad:
El estrés y la ansiedad disminuyen las defensas y debilita el sistema inmune, haciendo que nuestro organismo esté más predispuesto a contraer una enfermedad infecciosa.
Para reducir el estrés y encontrar la calma es muy efectivo practicar ejercicios de respiración y técnicas de relajación como meditación o yoga. Una sesión de yoga de veinte minutos te dejará totalmente relajado, revitalizado y te generará mayor bienestar.
Los pensamientos positivos acompañados de la risa también juegan un papel importante para combatir el estrés, ya que liberamos endorfinas que son las responsables del bienestar y felicidad.
"Un día sin reir es un día perdido"
Charles Chaplin
4-Duerme bien:
La falta de sueño provoca efectos negativos sobre la salud y especialmente sobre el sistema inmune. Hay una estrecha relación entre el descanso y el sistema inmunológico, ya que la calidad del sueño es un factor importante para equilibrar el sistema inmune y para la producción de glóbulos blancos, encargados de proteger el organismo de gérmenes.
Dormir poco debilita el sistema inmunológico y nos genera estrés. Por la noche cuando dormimos es cuando tiene lugar el proceso de reparación de nuestras células y la regeneración del cuerpo, así como las reservas de energía. Se recomienda dormir un mínimo de 7 a 8 horas diarias.
Si tienes problemas para dormir, es muy aconsejable hacer ejercicio físico cada día durante 20 o 30 minutos, ya que ayudar a conciliar el sueño y descansar mejor.
5-Evita los excesos y haz elecciones saludables:
Evita fumar y consumir alcohol de forma habitual. Son dos enemigos que te debilitarán y te ayudarán a contraer enfermedades.Beber alcohol en exceso suprime el sistema inmune y el tabaco envejece la piel, perjudica las vías respiratorias, reduce el flujo sanguíneo y aumenta el riesgo de infecciones, siendo los fumadores más propensos a padecer resfriados y gripes, ya que se debilita el sistema inmunológico de forma notable.
6- Probióticos:
Los probióticos son bacterias “buenas” que forman parte de nuestra flora bacteriana y juegan un papel importante para la salud del tracto gastrointestinal y para fortalecer el sistema inmunológico. Los probióticos se encuentran en alimentos lácteos fermentados. El consumo de estos alimentos probióticos, junto a una dieta equilibrada rica en fibra y libre de grasas saturadas, ayudan a fortalecer el sistema inmunológico.
7 – Otros remedios para fortalecer el sistema inmunológico naturalmente:
Equinacea
Esta planta es originaria de las praderas de Estados unidos con propiedades antimicrobianas que actúa contra bacterias, hongos y virus.Es un remedio natural y eficaz para prevenir los catarros y resfriados además de ser utilizada para tratar infecciones en las amígdalas, la piel, las encías y en el tracto urinario. La equinacea también estimula el sistema inmunitario, produciendo más glóbulos blancos.
Para su mayor efectividad, es conveniente tomarla de forma preventiva en períodos previos a los cambios de estación, durante 2 o tres meses.
Ajo negro
No es tan popular como el ajo blanco, sin embargo tras sufrir un proceso de fermentación natural, el ajo blanco se transforma en ajo negro con propiedades antioxidantes mucho más potentes y pierde cerca del 97% de su olor al final del proceso de fermentación. Sus propiedades son muy beneficiosas para la salud en general especialmente para el sistema inmune ya que aumenta las defensas y ayuda a combatir enfermedades. Actúa como antibiótico natural, antiséptico, fungicida y bactericida.
El ajo negro puede ser consumido fresco o como suplemento alimenticio y no resulta indigesto como sucede con el ajo blanco. Por su sabor y textura el ajo negro tiene diferentes posibilidades culinarias. Puedes consumirlo directamente entero, untado en unas rebanadas de pan o tostadas e incluso acompañarlo en tus platos favoritos con verduras, queso, carnes y pescados.
Siguiendo éstas sencillas recomendaciones, no será ningún problema la llegada del invierno, pues lo estarás esperando con todas tus defensas protegiendo el organismo y con el sistema inmunológico fuerte ante la amenaza de infecciones, catarros, resfriados y gripes. Winter is coming, pero con nuestros consejos tú puedes ser el próximo Rey en el norte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario