POR RICK WARREN — ENERO 4, 2024
“Escucha atentamente mis palabras. No las pierdas de vista. Déjalas llegar hasta lo profundo de tu corazón, pues traen vida a quienes las encuentran y dan salud a todo el cuerpo”. Proverbios 4:20-22 (NTV)
No puedes simplemente escuchar algo y volverte más sabio; tienes que recordarlo. Y no puedes simplemente recordarlo; tienes que reforzarlo. Porque si no lo recuerdas y lo refuerzas, terminas teniendo que aprender la misma lección una y otra vez.
La Biblia dice esto acerca de la sabiduría en Proverbios 22:17-18: “Escucha lo que digo y presta atención a los dichos de los sabios para que los aprendas. Será un placer para ti memorizarlos y repetirlos continuamente te ayudará” (PDT). Nota los cuatro verbos en este versículo: escuchar, aprender, memorizar, repetir. Esas son marcas de sabiduría.
La gente dice: “¡No puedo recordar nada!”. Ah, sí puedes. Recuerdas lo que es importante para ti. Recuerdas lo que amas. Recuerdas lo que te importa.
Por ejemplo, podrías decir: “No puedo memorizar la Biblia”. Pero recuerdas las estadísticas de béisbol o fútbol de la última temporada. Puede citar letras de canciones populares o cada paso de una receta favorita. Recuerdas lo que es importante para ti.
La Biblia dice: “Escucha atentamente mis palabras. No las pierdas de vista. Déjalas llegar hasta lo profundo de tu corazón, pues traen vida a quienes las encuentran y dan salud a todo el cuerpo” Proverbios 4:20-22 (NTV).
Cuando desarrollas una pasión por la Palabra de Dios, la Verdad se vuelve importante para ti. La escucharás, aprenderás, memorizarás, repetirás y la recordarás. Entonces, podrás cambiar tu vida.
Reflexiona sobre esto:
- ¿Por qué es importante memorizar las Escrituras?
- ¿Por qué crees que es más fácil recordar una estadística deportiva o tu receta favorita que recordar la Palabra de Dios?
- ¿Cómo podría tu visión de Dios afectar tu deseo de estudiar y recordar su Palabra?
- Si encuentras que no tienes mucho deseo por la Biblia, pídele a Dios que cultive en ti un amor más profundo por él y por su Palabra.
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