Corniglia, Italia - Cinco Tierras. Fotografía por Charles F. Stanley. |
El Espíritu Santo nos transformará desde adentro.
¿A quién no le gustan los éxitos? A todos nos gusta ser reconocidos por nuestros logros, ya sea conseguir un cliente importante, ganar un concurso de cocina o enseñar a un bebé a dormir toda la noche. Todo eso es bueno, pero lo que a Dios más le importa es lo que nos dice Gálatas 5.22, 23, el cual nos instruye a andar en el Espíritu, para que las obras de la carne sean reemplazadas por los atributos de Dios.
El amor es el fundamento de todas las demás virtudes. Lo cultivamos al recibir el amor incondicional de Dios.
El gozo es contentamiento sin importar las circunstancias.
La paz proviene de confiar en Dios y rendirnos a Él.
La paciencia se desarrolla al confiar en el tiempo de Dios.
La benignidad es sentir la compasión de Dios por los demás.
La bondad es reflejar la justicia y rectitud de Dios.
La fidelidad es ser firmes y confiables.
La mansedumbre es acercarnos a los demás con humildad.
El dominio propio es tener control y confiar en la fortaleza del Espíritu Santo.
Crecer en estas virtudes nos hace más semejantes a Cristo y da testimonio de la obra transformadora de Dios en nuestra vida; lo cual es un logro que vale la pena celebrar.
Biblia en un año: 2 REYES 4-6
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