POR RICK WARREN — JULIO 1, 2024
“Alégrense con los que están alegres y lloren con los que lloran”. Romanos 12:15 (NTV)
Si alguna vez has pasado por un momento realmente difícil, sabes lo importante que es tener a alguien que este a tu lado y llore contigo. Es por eso por lo que Dios quiere que tengas el apoyo de una familia de la iglesia, para que no estés solo durante los inevitables tiempos de crisis.
Nadie debería tener que esperar solo en el hospital cuando un ser querido se somete a una cirugía riesgosa. Nadie debería tener que esperar solo por un informe de laboratorio. Nadie debería tener que esperar solo las noticias de un campo de batalla donde está sirviendo su hijo, hija o cónyuge. Nadie debería estar solo frente a una tumba. ¡Imagínate la profunda desesperación que conlleva enfrentar algo como esto por ti mismo!
Sucederán situaciones trágicas en tu vida, y es aconsejable establecer una red de seguridad ahora.
¿Cuál es la red de seguridad de Dios para ti? Es un grupo de creyentes que están comprometidos contigo y tú con ellos.
¿Quién está comprometido contigo en este momento? ¿Quién estaría a tu lado en un instante si lo necesitaras, evitando que te desesperes? ¿O quién puede contar contigo para estar ahí para ellos en cualquier momento?
La Biblia dice: “Tengan compasión unos de otros. Ámense como hermanos y hermanas. Sean de buen corazón y mantengan una actitud humilde”. 1 Pedro 3:8 (NTV).
Mi grupo pequeño me ha ayudado en momentos muy difíciles y hemos enfrentado todo tipo de traumas juntos. Ellos oraron por mí, esperaron conmigo y lloraron conmigo cuando he estado aterrorizado. Hemos vivido Romanos 12:15: “Alégrense con los que están alegres y lloren con los que lloran” (NTV).
¿Eres parte de un grupo pequeño, un grupo de personas comprometidas que esperarán y llorarán contigo? No vayas por la vida sin uno, porque la comunidad es la respuesta de Dios a la desesperación.
Reflexiona sobre esto:
- ¿Cuándo fue la última vez que alguien te acompañó y lloró contigo? ¿Cómo impactó su ministerio de presencia en tu fe?
- ¿Quiénes son las personas que componen tu red de seguridad?
- ¿Cómo te has mostrado ante alguien en su momento de crisis?
¿Te has unido a la familia de Dios?
Si estás listo para confiar en la promesa de salvación de Dios y unirte a su familia espiritual, entonces haz esta oración:
“Querido Jesús, me has prometido que, si creo en ti, todo lo que he hecho mal será perdonado, aprenderé el propósito de mi vida y algún día me aceptarás en tu hogar eterno en el cielo.
Confieso mi pecado y te recibo en mi vida como mi Señor y Salvador. Hoy, te entrego cada parte de mi vida. Quiero seguirte y hacer lo que me digas.
Jesús, estoy agradecido por tu amor y por tu sacrificio que hace posible que me una a ti en el cielo. Sé que no lo merezco. Y te agradezco que no tengo que ganarme la salvación ni trabajar para obtenerla, es un regalo que me ofreces con amor. Quiero usar el resto de mi vida para servirte en lugar de servirme a mí mismo. Humildemente te entrego mi vida y te pido que me salves y me aceptes en tu familia. En el nombre de Jesús oro. Amén”.
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