sábado, 2 de noviembre de 2024

Eliminarlas de tu boca

14 PALABRAS TOXICAS QUE DEBERÍAS DE ELIMINAR DE TU VOCABULARIO

Expresiones y palabras limitantes que te atan a esquemas mentales poco constructivos.
Hay palabras tóxicas que no deberíamos utilizar. Algunas de ellas son negativas para nosotros porque son términos limitantes que nos impiden avanzar y desarrollarnos, otras son poco específicas y otras pueden dañar la autoestima de la persona a la que se lo decimos.

"La manera como utilizamos el lenguaje afecta a los demás, porque podemos hundir a alguien o provocarle un cambio en las actitudes según lo que le decimos".

Somos lo que decimos

Las palabras tienen un efecto positivo o negativo en nosotros mismos y en los demás. Catherine Pratt, autora del libro "Cómo tratar con gente negativa", afirma que las personas negativas pueden provocar que otros se sienten agotados o incluso deprimidos. Y es que las palabras que utilizamos no solo afectan a otros individuos, sino que hablan mucho de nosotros. Como dice la frase popular, "el lenguaje es el reflejo de nuestro pensamiento".
Las palabras tóxicas también tienen consecuencias sobre nuestra propia imagen y sobre cómo nos ven los demás. Las personas queremos rodearnos de gente positiva y evitar aquellas personas que nos hacen sentir mal y que proyectan negatividad. Además, las palabras tóxicas también son palabras limitantes, en el sentido de que limitan nuestro desarrollo personal y no nos permiten alcanzar el éxito.
Una lista de palabras tóxicas
Pero, ¿qué palabras tóxicas hay? ¿cuáles son las palabras negativas?
Existen una serie de términos que no deberíamos emplear como parte de nuestro lenguaje. Son los siguientes.

1. Incompetente
Hay palabras que cuando alguien las recibe le hacen sentir como un torpe e un inepto. Por eso se debe evitar llamar incompetente a alguien. ¿Por qué? Pues porque cada persona tiene una serie de virtudes y defectos, y puede ser bueno para realizar unas tareas pero no otras. 
Por ejemplo, una persona igual no es buena trabajando de camarero, pero puede tener un gran dominio de las nuevas tecnologías y se desempeña excelentemente como programador web. Para no utilizar la palabra incompetente en lo referente al trabajo a los estudios, siempre es aconsejable alentar a este individuo a que encuentre su verdadera pasión. Puede que para ese trabajo no sirva, pero habrá otro en el que encaje perfectamente y en el que podrá explotar sus competencias.

2. Raro
Los individuos podemos tener muchos prejuicios y ponernos a la defensiva con lo que no entra dentro de nuestros esquemas mentales. Existen muchas culturas con sus formas de pensar y sus valores y sus costumbres, y esto es lo que hace que nuestro mundo sea tan variado, rico y diverso. Cuando afirmamos que alguien es raro, estamos diciendo que nosotros somos lo normal, cuando, en realidad, todos somos diferentes. 
Si eres de esos que llama raro a alguien y sufre algún tipo de problema, deberías estar agradecido de la suerte que has tenido por nacer en una buena familia y por gozar de una buena salud. La vida puede ser muy injusta con algunas personas.

3. Te necesito
Esta frase, si es empleada en una relación de pareja, hace referencia a la dependencia emocional. La utilizan personas que tienen una autoestima baja y que se enganchan a una relación pese a ser tóxica. Cuando alguien goza de una autoestima alta no necesita a nadie para ser feliz, porque la pareja es un complemento y no lo es todo para él o ella. 
 
4. No puedo
"No puedo" es una de esas palabras limitantes que te imposibilitan pasar a la acción y son paralizantes. Salvo en casos extremos, el esfuerzo y la perseverancia te permitirán alcanzar tus metas. Siempre y cuando estas metas sean realistas.

5. Debo, no debo
"Debo o no debo" tiene que ver con una serie de creencias sociales o lo que los demás te dicen que debes hacer. Tú eres la única persona que sabe lo que te motiva y lo que te hará feliz. Así que ya puedes borrar de tu diccionario personal esta palabra o las frases como: debo casarme, debo ser médico, etc. Mejor utilizar así: "quiero ser bombero" o "quiero viajar".

6. Imposible
Esta palabra es similar a "no puedo", y como se ha dicho anteriormente, excepto algunos casos, los objetivos realistas se pueden lograr. Más que imposible, mejor sería de decir: "es difícil pero no imposible."

7. Odio
El odio es una emoción negativa que fomenta la agresividad y la violencia. Según cuenta el psicólogo Manuel Vitutia en el Huffington Post, "Esta emoción nos roba la paz y no nos deja disfrutar de nada más. Sentir odio es como sufrir una úlcera". No conseguiremos nada diciéndole a alguien que le odiamos. Siempre es mejor la aceptación y seguir adelante sin rencores.

8. Aburrido
Siempre hay cosas que hacer, si estás aburrido es porque tienes una vida poco rica. En vez de quedarte en el sofá mirando el televisor, mejor que salgas a dar un paseo, a correr o te leas un libro interesante de psicología como estos: "Los 30 mejores libros de Psicología que no puedes perderte".
 
9. Enfadado
El enfado es muchas veces una reacción de la que nos arrepentimos. Por ejemplo, cuando estamos en pareja y explotamos por una tontería, luego toca pedir disculpas por nuestra reacción y reconocer que no era para tanto. Los expertos afirman que el enfado es una reacción secundaria que oculta muchas veces la inseguridad, el miedo o la tristeza. Por tanto, si vas a enfadarte, primero analiza si no hay otra causa que lo esté provocando tu enojo.

10. Culpa
Culpar a los demás también puede enmascarar nuestras propias inseguridades, y puede evitar reconocer que nosotros también somos culpables. De hecho, es más fácil culpar al otro que hacer una profunda reflexión sobre tu parte de culpa.

11. Feo
Vivimos en una sociedad que valora mucho el aspecto físico de las personas y en el que predomina una cultura de la imagen. Y no todo el mundo tiene unos rasgos físicos que enamoran. Pero eso no te da derecho a despreciar a alguien por ese motivo, porque puede que en su interior atesore otras cualidades importantes. Llamar feo a alguien puede hacerle mucho daño y por eso debemos borrarlo de nuestro diccionario.

12. Inútil
Llamar inútil a alguien es como llamarle incompetente. Es un insulto degradante que debería evitarse a toda costa. En el trabajo, si piensas que alguien no tiene las cualidades necesarias para desempeñar esa función, házselo saber pero motívale para que se dedique a otra cosa. Seguro que podrás sacar a relucir su talento de otra manera.

13. Fracaso
La palabra fracaso debe borrarse del diccionario personal, porque es una palabra limitante y, por tanto, interfiere negativamente en el desarrollo personal. Los fracasos son experiencias de las que se puede aprender y son vivencias muy enriquecedoras.

14. Malo
Llamar malo a alguien es poco específico. Además, que algo sea bueno o malo puede ser discutible. Por ejemplo, hay personas que piensan que tener relaciones sexuales con más de una persona es malo aunque en realidad no es así. 
Asimismo, podemos llamar malo a alguien simplemente porque no nos trata como querríamos. Por poner otro ejemplo, si nuestra pareja nos deja, el dolor hará que la veamos como una mala persona, porque es el rencor el que se está manifestando.

Leo Larregui Fomentando la lectura 📖☕🤠🔎📚 
#leerdiezminutos #LeerTransforma #lectoresinfinitos #leer #leeresvivir #lectores #lectura #leeresvida #lecturasqueinspiran #lecturasrecomendadas

Por qué te duele el cuerpo?

¿𝑷𝑶𝑹 𝑸𝑼É 𝑻𝑬 𝑫𝑼𝑬𝑳𝑬 𝑬𝑳 𝑪𝑼𝑬𝑹𝑷𝑶?

Te duele porque aún no has aprendido a disfrutar, porque acumulas viejos odios y rabia.
Te duele porque te niegas a desarrollar tu vitalidad y elasticidad corporal, porque lo castigas con adicciones e inmadurez emocional.
Te duele el cuerpo porque rechazas el presente y permites que los recuerdos te definan. 
Te duele porque no cierras etapas y te vistes de víctima en el drama que creaste.
Te duele porque amas la herida que no quieres sanar.
Te duele el cuerpo porque has sucumbido a la apatía y te has dejado ganar. 
Te duele porque dudas merecer una vida sin traumas y alas para volar. 
Te duele porque has cedido tu voz al clan familiar.
Te duele el cuerpo porque no vives en paz.
Te duele el cuerpo porque no te atreves a valorarte más.
Te duele porque callas cuando debes gritar. 
Porque culpas al amor de tu obsesión por dominar. 
Porque exiges un respeto que no te atreves a generar.
Te duele el cuerpo porque confundes una relación con un ring donde poderte desahogar.
Te duele porque no te atreves a conectar con tu divinidad. Porque te da miedo la libertad.
Te duele el cuerpo porque no te permites recordar que has nacido para crecer y trascender desde el amor que ya eres.
Te duele el cuerpo porque no inviertes en silencio ni haces las paces con tu soledad y con tu oscuridad.
¡ Eres un ser de amor en constante expansión. Deja ya de exigirte demasiado, encasillarte, frenarte y atrofiarte!
DESPIERTA TU MAGIA Y TU PODER.
Haz valer el Amor que ya eres.💙

La muerte en el estoicismo

Cómo enfrenta un estoico el temor a la muerte y un tránsito de la enfermedad. 

Para un estoico, la enfermedad es vista como una prueba del carácter y una oportunidad para practicar la virtud. La filosofía estoica enfatiza la aceptación de aquello que no se puede controlar, y la enfermedad cae en esta categoría. En lugar de resistirse o temer a la enfermedad, el estoico la enfrenta con ecuanimidad y valentía, reconociendo que su respuesta interna es lo único verdaderamente bajo su control.

Un estoico, ante la enfermedad, se enfoca en mantener la calma y no permitir que el sufrimiento físico nuble su paz mental. Considera la enfermedad como un ejercicio para fortalecer el autocontrol, la resiliencia y la paciencia. Practica el desapego hacia el cuerpo, recordando que, aunque el cuerpo pueda sufrir, su mente y espíritu pueden permanecer invulnerables si se alinean con la razón y la virtud.

Además, el estoico encuentra propósito en las adversidades. Ante la enfermedad, podría reflexionar sobre cómo su experiencia puede ser útil o inspiradora para otros, y cómo cada momento de dolor es una oportunidad para reafirmar sus valores y su fortaleza interior.

La visión estoica de la muerte, marcada por conceptos como "apatheia" y "memento mori," es una de las enseñanzas más profundas de la filosofía estoica. En el pensamiento estoico, la muerte no es algo a lo que se le deba temer, sino una realidad inevitable de la vida, algo natural que debe ser aceptado con tranquilidad y dignidad. Esta aceptación se convierte en una herramienta poderosa para vivir mejor, ya que, al perder el miedo a la muerte, el estoico puede centrarse en vivir plenamente y conforme a sus valores.

1. Apatheia: Tranquilidad ante la muerte
La "apatheia" es un estado de serenidad y libertad emocional en el que las pasiones, como el miedo o el deseo incontrolado, no afectan la paz de la mente. En relación con la muerte, esta tranquilidad permite al estoico no verse abrumado por el temor o la angustia ante lo inevitable. Los estoicos consideran que la muerte es un suceso natural, y como tal, no es ni bueno ni malo en sí mismo. Solo nuestras interpretaciones emocionales hacen que lo veamos como un mal. Para ellos, es crucial distinguir entre aquello que podemos controlar (nuestras reacciones y virtudes) y aquello que no (el momento de nuestra muerte), y la muerte pertenece a la segunda categoría.

2. Memento Mori: Recuerda que morirás
"Memento mori" es una frase que los estoicos recordaban a menudo para mantenerse conscientes de su mortalidad. No significa vivir en una constante paranoia de la muerte, sino recordar que el tiempo es limitado. Es un recordatorio de que la vida es breve y que cada día es valioso. Al aceptar nuestra mortalidad y recordarla, los estoicos buscaban desprenderse de distracciones y enfocarse en vivir con propósito, en lugar de preocuparse por cosas triviales. "Memento mori" invita a la reflexión y al aprecio por el momento presente, y es una herramienta para vivir de acuerdo con la virtud y la razón.

3. La Muerte como un Retorno a la Naturaleza
En la filosofía estoica, la muerte es vista como una parte natural del ciclo de la vida. Marco Aurelio, en sus "Meditaciones," recuerda que, así como todo en la naturaleza sigue un curso, nuestra vida también tiene su final. Los estoicos creen que el universo es ordenado y racional, y la muerte es una expresión más de esa armonía universal. Ver la muerte como un proceso natural permite al estoico mirarla con respeto, sin miedo ni rechazo, aceptándola como un destino compartido por todos los seres vivos.

4. La Muerte y la Libertad Estoica
Al perder el miedo a la muerte, el estoico se libera de muchas limitaciones mentales. Los estoicos sostienen que el miedo a la muerte es, en gran medida, una barrera para la libertad. Cuando alguien no teme morir, puede actuar sin temor al rechazo, la pérdida o la adversidad. No está atado a expectativas externas ni a los deseos mundanos, porque no teme lo último que podría perder: su vida. Esta libertad le permite vivir conforme a sus valores y principios, sin ceder a la manipulación o al temor a lo desconocido.

5. La Muerte como Motivación para la Virtud
En la filosofía estoica, la muerte es un recordatorio constante de que debemos vivir de acuerdo con la virtud y la razón. Si la vida es breve y no podemos predecir cuándo llegará el final, entonces es esencial vivir cada día como una oportunidad para practicar la bondad, la justicia y el autocontrol. "Memento mori" motiva al estoico a centrarse en lo que realmente importa, rechazando lo superfluo y cultivando su carácter y sabiduría. Esta conciencia de la muerte, paradójicamente, hace que la vida sea más rica, pues cada acción se convierte en una oportunidad de actuar conforme a la virtud y hacer el bien.

6. La Muerte como Transformación
Algunos estoicos ven la muerte como una transformación más que un final. Epicteto, por ejemplo, habla de cómo la muerte no debe ser temida porque es solo un cambio de estado. En lugar de verlo como un término absoluto, los estoicos la ven como una transición hacia lo desconocido, algo que todos debemos afrontar con dignidad. Esta visión transforma el miedo a la muerte en una curiosidad y aceptación ante lo inevitable.

La filosofía estoica sobre la muerte invita a vivir con profundidad y a no desperdiciar ni un instante, usando la conciencia de la mortalidad como una herramienta para encontrar paz y propósito. Es un recordatorio de que nuestra verdadera tarea es vivir bien, practicar la virtud y tener el coraje de enfrentar lo desconocido con una mente serena y en paz.

Ponche Crema....... pura calidad

No se ha podido determinar el origen de la receta de este producto comercial. Sin embargo, fue el químico y perfumista venezolano Eliodoro González Poleo (Guarenas, 1871- Caracas, 29 de enero de 1923) quien lo introdujo en el mercado, a través de su propia empresa la Licoreria Central. El primer anuncio del Ponche Crema que fue creado en 1900 y patentado cuatro años después, se publicó en la revista El Cojo Ilustrado en 1905. Desde entonces, cuatro generaciones han sostenido la fábrica de esta bebida y han mantenido el secreto de la receta que contiene las proporciones exactas de los ingredientes del producto, cuyo grado alcohólico es de 14 GL. Ponche Crema causó sensación en la Feria Mundial de San Luis de 1904, la primera feria que reunió los inventos y novedades del siglo XX. De igual manera, los ingleses le otorgaron el premio "Grand Prix", en Londres. Fue recibido cálidamente en la Exposición Marítima Internacional de Burdeos y en el Salón de Alimentación e Higiene de París.
Varios años después del fallecimiento de Eliodoro González, en 1946 comienza la llamada era moderna de Ponche Crema cuando sus herederos deciden establecer una alianza estratégica con dos exitosos empresarios H.L. Boulton y Francisco Monteverde. En 2005 se fusionaron la Compañía Anónima Ponche Crema con el Complejo Licorero del Centro para dar origen al Complejo Licorero Ponche Crema en Ocumare del Tuy, el cual continúa fabricando el producto, así como otro desarrollado antes de ese año, denominado Café Crema con idénticos ingredientes y con la adición de café.
Es difícil asegurar si el Ponche Crema es un producto original o fue copiado de alguna bebida popular tradicional venezolana, pero como la marca Ponche Crema ha sido registrada, al igual que la receta, ningún otro producto comercial puede llevar este mismo nombre. A pesar de esta limitación jurídica, el nombre es utilizado en la actualidad como expresión habitual para referirse a la bebida hecha en casa que emula el producto. En este caso también se le da el nombre coloquial "leche de burra".

Compartido por Francisco Reyes - La Caracas que nunca muere

Eliminarlas de tu boca

14 PALABRAS TOXICAS QUE DEBERÍAS DE ELIMINAR DE TU VOCABULARIO Expresiones y palabras limitantes que te atan a esquemas mentales poco constr...