A juicio del economista Francisco Faraco los venezolanos se están convirtiendo en "pordioseros" por la disminución en la calidad de vida. El diputado José Guerra señaló que este año cerrará con una inflación de 700%
27 DE OCTUBRE 2016 - 08:27 PM
Economistas advierten que el aumento del salario integral de 40%, anunciado este jueves por el presidente Nicolás Maduro, traerá como consecuencia una mayor presión inflacionaria en un país que ya tiene un índice de precios al consumidor de tres dígitos y que está en recesión económica.
Este jueves, Maduro decretó el cuarto aumento del salario de 2016, lo que dejó el salario mínimo integral a 90.812,1 bolívares.
Llevar a 27.092,1 bolívares el salario y el bono de alimentación a 63.720 Bs es un reconocimiento de la disminución del poder de compra causado por la inflación, de acuerdo con el economista Ronald Balza.
Balza destacó que el monto del bono de alimentación se mantiene por encima del sueldo y alertó que esta medida desnaturaliza al salario ya que “lo convierte en cestaticket”.
El economista Francisco Faraco coincidió con Balza y sostuvo que el bono de alimentación no computa para el cálculo de las prestaciones sociales, información que deberían saber los venezolanos. “Sin duda los trabajadores son los más perjudicados”.
Como consecuencia del decreto las empresas privadas, principalmente las pequeñas y medianas, recurrirán a incrementar los precios de los bienes o servicios producidos con el fin de cubrir el nuevo salario decretado. Así lo afirmó el diputado y economista José Guerra.
“Nadie discute que debe haber un aumento de los salarios”, expresó. No obstante, añadió que este incremento debe ser proporcional entre el salario nominal y el real: el primero es la cantidad de dinero recibido y la segunda el poder adquisitivo que tiene dicho monto.
El legislador recomendó a los venezolanos comparar el aumento de sueldo con el incremento de los precios de los bienes y servicios en medio de la previsión de que Venezuela culminará el año con una inflación de 700%.
“Los aumentos salariales deben ir de la mano con una política económica de lo contrario son perjudiciales", sostuvo Guerra. También comentó que en el país se produce una ilusión monetaria: los trabajadores tienen más dinero pero pueden adquirir menos bienes o servicios.
Asimismo, señaló que otra medida que aplicará el gobierno es retrasar el pago del aumento. Los trabajadores públicos no percibirán el alza en el pago próximamente. “Que se olviden de eso”, resaltó.
Los economistas coinciden en una de las acciones que ocurrirán con el aumento: el gobierno recurrirá al Banco Central de Venezuela para imprimir dinero inorgánico.
Balza se basó en la financiación inorgánica del aumento, señalando que es el problema de fondo. Para él, el incremento llegó tarde. “Cómo se financia y cómo destruye a los productores: ya que reduce la oferta de bienes y esto repercute en el alza de precios”.
Con el decreto de inamovilidad laboral se imposibilita que las empresas disminuyan la cantidad de empleados, por ende recortan la inversión internacional así como las actualizaciones tecnológicas, destacó Balza.
“Esto es más gasolina para la inflación (…) es un fusil para la economía de la clase media”, expresó Faraco.
También opinó que los venezolanos se están convirtiendo en “pordioseros” por el deterioro en la calidad de vida.
“Maduro cree que cuando le acusan de abandono del cargo es porque no acude a su puesto, pero es que no cumple con sus deberes”, añadió.
Sobre la situación de las empresas privadas comentó que “cada día están más estranguladas”, disminuyen sus ventas y con escasos dólares para su funcionamiento. Dijo que a Nicolás Maduro lo único que le cuesta el aumento de sueldo es el papel en que se imprimen los billetes. Lamentó cómo se deteriora el salario de los trabajadores del país.
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