La luna se tiñó de color rojizo debido a un eclipse lunar total que ocurrió además cuando el satélite se encuentra en el punto más cercano a la Tierra, un fenómeno seguido por millones de personas en medio mundo.
Esta jornada coincide además, en algunos lugares, con la segunda luna llena del mes, un triple evento que algunos han bautizado como el eclipse de la “superluna de sangre azul” y que se observa principalmente en Norteamérica, el Pacífico, Asia y Oceanía.
En España, así como en gran parte de Europa occidental, Sudamérica y África, no puede apreciarse prácticamente.
“Increíble el #EclipseLunar, me imagino la gente de los siglos pasados tratando de explicar qué pasaba en el cielo”, escribió en Twitter Meli Lit.
Con las condiciones atmosféricas propicias, los interesados pudieron ver cómo la luna se tiñó de color cobrizo sin necesidad de usar gafas especiales, como en el caso de los eclipses solares.
Los eclipses lunares ocurren cuando la Tierra se encuentra entre el Sol y su satélite, lo que es visible desde los lugares donde la Luna esté sobre el horizonte en el momento del fenómeno.
Durante la totalidad, la luna entera se encuentra dentro del cono de sombra aunque no desaparece de vista, sino que adquiere una tonalidad rojiza, razón por la que algunos medios y en la redes sociales la hayan bautizado como “luna de sangre”.
Esto ocurre porque la Luna refleja la luz roja del Sol refractada por la atmósfera terrestre, que solo filtra los componentes azules.
El eclipse coincidió con una “superluna”, que es cuando el satélite terrestre se encuentra en su perigeo, cómo se denomina a su punto más cercano a la Tierra (apogeo es el más lejano).
Durante el perigeo, el diámetro del satélite puede aumentar hasta en un 14 por ciento, lo que no se distingue a simple vista, y también se incrementa su brillo.
El tercer fenómeno simultáneo en gran parte del planeta es que se trató de la segunda luna llena del mes -lo que en inglés llaman la “luna azul”, aunque no tenga nada que ver con ese color-, un fenómeno que ocurre de media cada 2,7 años.
La Nasa, que retransmitió el eclipse en directo en su página web, indicó que este año habrá otro eclipse total de Luna el próximo 27 de junio.
El astrofísico español Ángel López-Sánchez, del Observatorio Astronómico Australiano (AAO, siglas en inglés), explicó en un artículo en Naukas.com que el término “superluna” fue acuñado en 1979 por un astrólogo estadounidense llamado Richar Nolle.
Según López-Sánchez, que critica los superlativos para calificar a los fenómenos astronómicos, ese astrólogo “posiblemente” no conocía el término perigeo.
El concepto “luna azul” se refiere a cuando el satélite aparece de color azulado por humo o partículas en las atmósfera, pero también se utiliza para designar a la segunda luna llena del mes en el mundo anglosajón.
Esto se debe a un error cometido por el astrónomo aficionado James Hugh Pruett, que se confundió en la acepción del término en un artículo en la revista “Sky & Telescope” en 1945.
En países como India, Tailandia o en la isla indonesia de Bali, el eclipse de luna es explicado también como un fenómeno mitológico.
Según al mitología hindú, el dios Vishnu le cortó la cabeza a un asura o demonio, pero este no falleció porque había bebido del agua sagrada que otorgaba la inmortalidad.
Desde entonces, Rahu, la cabeza inmortal de este demonio, se venga cada cierto tiempo engullendo a la diosa luna, a la que culpa de su destino o de la que, según otras versiones, está enamorado.
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