Audi está convencida del potencial de los combustibles sintéticos, el Audi e-gas, la e-gasolina y el e-diesel, y continúa con su estrategia de desarrollo de estos e-combustibles. En el caso de la e-gasolina, la compañía de Ingolstadt ha logrado un importante objetivo: junto con sus socios en el desarrollo, se ha producido por primera vez una cantidad suficiente de combustible sintético como para llevar a cabo las pruebas iniciales en bancos de motores.
Junto con Global Bioenergies S.A. en Leuna (Sajonia-Anhalt), se ha logrado la mayor partida de e-gasolina jamás producida: 60 litros. «Al igual que todos los e-combustibles de Audi, la nueva e-gasolina tiene muchas ventajas. No depende del petróleo, es compatible con la infraestructura existente y ofrece la perspectiva de un ciclo de carbono cerrado», explica Reiner Mangold, Director de Desarrollo de Productos Sostenibles de AUDI AG. La e-gasolina de Audi es esencialmente un iso-octano líquido. Actualmente se produce a partir de biomasa en un proceso de dos pasos. En el primer paso, Global Bioenergies produce isobuteno gaseoso (C4H8) en una planta de demostración.
En el segundo paso, el Centro Fraunhofer de Procesos Biotecnológicos Químicos (CBP) en Leuna utiliza hidrógeno adicional para transformarlo en iso-octano (C8H18). El combustible está libre de azufre y benceno y, por lo tanto, es especialmente bajo en contaminantes cuando se quema.
Los ingenieros de Audi están examinando ahora la combustión y el comportamiento de las emisiones del combustible renovable en un banco de motores. Como combustible sintético de alta pureza con muy buenas propiedades antidetonantes, la e-gasolina de Audi ofrece la posibilidad de aumentar aún más la compresión del motor y así incrementar la eficiencia.
A medio plazo, los socios del proyecto tienen como objetivo modificar el proceso de producción para que no requiera biomasa; en este caso, el CO2 y el hidrógeno producidos a partir de fuentes renovables deberían ser suficientes materias primas.
Los combustibles alternativos de Audi ya ofrecen un gran potencial para la movilidad sostenible y ayudan a reducir las emisiones de CO2 de los motores de combustión. Hasta un 80 por ciento en los modelos g-tron, por ejemplo, en comparación con un modelo equivalente en rendimiento funcionando con un motor de gasolina, considerando la conducción del automóvil en modo e-gas (CNG) y el proceso de producción del combustible.
Para Audi, los e-combustibles son más que un simple objeto de investigación en el laboratorio. Desde 2013, la marca de los cuatro aros ofrece Audi e-gas renovable, que tiene su origen en parte en la propia planta de la compañía en Werlte (Emsland). Los clientes llenan el depósito de su modelo Audi g-tron en cualquier estación de servicio de GNC utilizando una tarjeta especial, y Audi alimenta la red alemana de gas natural con cantidades equivalentes de Audi e-gas, lo que garantiza los beneficios ecológicos del programa, incluyendo la correspondiente reducción de emisiones de CO2.
El Audi e-diesel también forma parte de la cartera de e-combustibles de Audi. En Dresde es Sunfire, socio de Audi, quien operó una planta piloto para producir este combustible desde finales de 2014 hasta octubre de 2016. Al igual que en Werlte, como fuente de energía se utilizó electricidad ecológica, y el agua y el CO2 también se utilizaron como materias primas. El producto final, denominado Blue Crude, se refinaba para convertirlo en Audi e-diesel. La marca de los cuatro aros está planificando actualmente la capacidad de producción en Laufenburg, en el cantón suizo de Aarau. Junto con sus socios Ineratec GmbH y Energiedienst Holding AG, una nueva planta piloto producirá alrededor de 400.000 litros de Audi e-diesel por año. Por primera vez, la energía hidroeléctrica será el único suministro de energía requerido para producir este e-combustible.
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