“Entonces Jacob se quedó solo en el campamento, y llegó un hombre y luchó con él hasta el amanecer. Cuando el hombre vio que no ganaría el combate, tocó la cadera de Jacob y la dislocó”. Génesis 32:24-25 (NTV)
¿Estás en crisis hoy? ¡Significa que Dios está haciendo algo! Estás por ser cambiado. No tienes que permanecer siendo el mismo. Dios está preparando para hacer cambios en tu vida.
La Biblia dice que nuestra más grande lucha en la vida es con Dios porque nosotros queremos tomar el control. Nosotros queremos ser Dios.
Ese fue el problema de Jacob — él trató de tener el control de su vida a tal medida que incluso quería cambiar el orden de su nacimiento. Jacob fue gemelo, y en la Biblia dice que cuando él salió del vientre de su madre, él estaba aferrado al tobillo de su hermano mayor. Aferrado a ser el primero en salir. Él pasó un tiempo de su vida en conflicto con su hermano, Esaú, pero su más grande batalla fue con Dios.
Una noche incluso trató de pelear uno a uno con Dios. Algunas personas quieren debatir si Jacob realmente combatió con Dios, pero la Biblia nos dice en Oseas: “Aun en la matriz, Jacob luchó con su hermano; cuando se hizo hombre, hasta peleó con Dios”. (Oseas 12:3 NTV)
Quiero que pienses en el gran problema que estás teniendo ahora, probablemente cambiará tu mentalidad rápidamente. Pero independientemente de cuál sea el problema, imagino que se puede reducir a estos dos puntos:
- ¿Obedeceré a Dios en alguna situación y haré lo que Él diga que es lo correcto para hacer a pesar de que me guste o no? ó
- ¿Confiaré en Dios en esta situación, dejando todo en Sus manos?
No importa cuán grande sea tu problema - financiero, físico, relacional, social o vocacional - tu gran problema no es tu problema. El problema real es no obedecer ni confiar en Dios. Eso hace el problema más grande.
¿Has estado en una situación sin salida? Quizá estás en una ahora. ¿Quién piensas que está detrás de esto? ¡Dios! Dios a menudo permite una crisis en nuestras vidas con el fin de obtener nuestra atención. De repente estamos acostados sobre nuestras espaldas y nos vemos obligados a mirar hacia arriba.
Dios te ama de la manera que eres, pero él te ama demasiado para dejarte estancado en tus hábitos y heridas. Él quiere cambiarte. Él quiere ayudarte a crecer, ser mejor, diferente, y ser todo lo que se supone que debes ser. Entonces Él permite la crisis.
¿Por qué? Porque raramente cambiamos hasta que el dolor excede nuestros miedos de cambiar. Nosotros no cambiamos cuando vemos la luz, cambiamos cuando sentimos el calor.
Dios puede usar tu situación para moverte donde necesitas estar. Una crisis obtiene tu atención y te obliga a mirar hacia Dios. Ora por esto: ¿En qué área estas estás luchando con Dios?
Reflexiona sobre esto:
- ¿Cuándo te es más difícil obedecer a Dios?
- ¿Cuándo te es más desafiante confiar en Dios?
- ¿Qué papel juega la obediencia y la confianza en el mayor desafío que estás enfrentando ahora?
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