Es conocido como la máquina perfecta del cuerpo humano porque controla diversas funciones del organismo, desde pensamientos hasta habilidades. Su función es tan vital que conviene estimularlo, ejercitarlo y dejar de hacer cosas que dañan tu cerebro.
Por su complejidad debe tratarse con mucho cuidado; hacer lo posible por mantener un buen funcionamiento y es imprescindible evitar comportamientos que lo desgasten”, sugiere José Vargas Manotas, ex presidente de la Asociación Colombiana de Neurología.
¡Evítalo, dañan tu cerebro!
1. Dieta pobre en ácidos grasos. Cuando se mantiene una alimentación baja de ácidos grasos ricos en omega3, el cerebro tiene menor volumen, lo cual equivale a dos años de desgaste cerebral, confirma Zaldy S. Tan, miembro del Centro Easton para la Investigación del Alzheimer en el Departamento de Neurología de la Universidad de California en Los Ángeles.
Majid Fotuhi, presidente del Instituto de Neurología para la Salud y Bienestar del Cerebro, sugiere una dieta diaria que incluya 1,000mg de DHA, sustancia que aumenta el flujo de sangre en el cerebro y disminuye la inflamación cerebral. El omega3 puede encontrarse en alimentos como el pescado, salmón, nueces, espinaca, entre otros.
2. Nalgadas a los niños. Investigaciones del Centro Nacional de Investigación de Biotecnología y la Universidad de Yale, Estados Unidos, confirman que este tipo de correctivo causa daño cerebral en los pequeños.
Las nalgadas que reciben los niños al menos una vez al mes por más de tres años ocasiona que disminuya la materia gris de la corteza prefrontal, área vinculada con la depresión, adicciones y trastornos mentales”, sustenta el estudio.
3. Forzarlo cuando está enfermo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma que trabajar o estudiar mucho cuando uno está enfermo es perjudicial porque ocasiona que la eficacia y capacidad del cerebro disminuya a largo plazo.
4. Navegar en internet. Tener este hábito y prolongarlo hasta la madrugada provoca alteraciones en el sueño, lo cual afecta la actividad cerebral.
Manuel Quin, neurólogo clínico de la Universidad Autónoma de México, explica que el daño proviene porque se altera el ciclo circadiano que regula el tiempo de sueño y vigilia. Este cambio repercute negativamente en la concentración y estado de ánimo”.
5. Violencia. Esta respuesta provoca que las arterias del cerebro se endurezcan, entre más duras se mantengan la capacidad mental disminuye, asegura la OMS.
Un estudio de la Universidad de Londres explica que la violencia aprendida en la infancia afecta el cerebro a largo plazo. Ante un evento violento se activaban súbitamente la ínsula anterior y la amígdala cerebral lo cual genera constante estado de alerta, desgaste emocional, cognitivo y extrema ansiedad.
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