Bèisbol Japones
Ramírez sumó 40 jonrones y 129 empujadas en la campaña 2010
El venezolano Alex Ramírez apareció esta semana por primera vez en la boleta de votación al Salón de la Fama del béisbol japonés y si de algo podemos estar seguros es que tarde o temprano será exhaltado al mismo.
El veterano de 13 campañas en la NPB, que actualmente se desempeña como manager de las Estrellas de DeNA, cumple con todos los requisitos necesarios para ganarse un puesto entre los inmortales de la pelota nipona, por lo que sólo es cuestión de tiempo que eso ocurra.
Sus logros individuales hablan por sí solos. Ganó 4 títulos de empujadas, 3 de hits, 2 de jonrones y uno de promedio, además de alzarse con el galardón al Jugador Más Valioso de la temporada regular en 2 ocasiones, logro que lo mantiene como el único extranjero en recibir ese honor en más de una ocasión.
Por si eso fuera poco, fue electo al Equipo Ideal de la campaña en 4 ocasiones, participó 8 veces en la Serie de las Estrellas y ganó 9 premios al Jugador Más Valioso del mes, total que en su momento fue un récord para la liga. También fue campeón de liga en 3 oportunidades y ganador de la Serie de Japón en 2.
Ramírez llegó a los 2.000 hits en la NPB el 6 de abril de 2013
Adicionalmente, es el único extranjero que ha superado la barrera de los 2.000 hits de por vida en el circuito y, por lo tanto, el único en ser admitido hasta ahora al prestigioso Meikyukai, o Club de los Jugadores Extraordinarios, que reúne a todos los peloteros que han sumado 2.000 hits, 200 victorias o 250 salvados en sus carreras en la NPB.
Así mismo, lidera a todos los importados en la historia de la liga en partidos disputados (1.744), hits (2.017) y empujadas (1.272), además de ser segundo en jonrones (380), quinto en promedio (.301) y sexto en porcentaje de slugging (.523).
Sus logros más destacados son, sin embargo, los que consiguió a nivel general en el circuito y no sólo entre los peloteros foráneos. Por ejemplo, hoy día se mantiene como el único jugador en la historia de la NPB en sumar 8 temporadas consecutivas con al menos 100 remolques.
En 2007, por citar otro ejemplo, se convirtió en apenas el segundo pelotero en superar la barrera de los 200 hits en una campaña (hoy día es uno de 6 jugadores en lograrlo) y en 2011 completó 985 partidos disputados de manera consecutiva, racha que se mantiene como la octava más alta de la historia y la primera entre los foráneos.
Como si todo eso no fuera suficiente, en 2013 se convirtió en el segundo jugador más rápido en llegar a los 2.000 hits de por vida en la historia de la NPB tras concretar la hazaña en 1.695 juegos. Hasta ahora, sólo “El dios del bateo” Tetsuharu Kawakami lo supera, luego de haber alcanzado ese total en apenas 1.646 partidos.
Ramírez se ganó el corazón de los fanáticos japoneses con su manera de celebrar sus jonrones
Otro punto importantísimo del curriculum del criollo es su personalidad. A diferencia de la mayoría de los importados, que a menudo sucumben al choque cultural y entran en guerra con el sistema japonés, el caribeño supo adaptarse rápido a su nuevo ambiente y, en buena medida, convertirse en un japonés más.
Su facilidad para entender, respetar y honrar la cultura japonesa le ha ganado la más alta admiración por parte de sus colegas, rivales, umpires, dirigentes, periodistas y fanáticos, por lo que ahora cuenta con el respaldo de todos ellos para ser inmortalizado.
Varios importatos han marcado una época durante su paso por la NPB y algunos hasta cuentan con los números suficientes como para aspirar a ser electos al Salón de la Fama nipón, pero su falta de adaptación a la cultura local ha probado ser el obstáculo que les ha impedido ser exhatados.
El ejemplo más claro de ello lo representa el norteamericano Karl “Tuffy” Rhodes, quien posee los números y los títulos necesarios para ser electo pero todavía no lo logra, a pesar de mantenerse en la boleta de votación.
Con 464 jonrones, 1.792 hits, 1.269 empujadas y un promedio de .286 cosechados en 13 temporadas en la NPB, además de 4 títulos de vuelacercas, 3 de remolques, 3 de porcentaje de slugging y 2 de anotadas, lo más lógico es que ya hubiese sido exhaltado.
Rhodes protagonizó más de un mal momento en su carrera en la NPB
Sin embargo, sus constantes choques con el sistema japonés, que en más de una ocasión concluyeron con una expulsión del terreno o una multa por parte de la liga, le ganaron la antipatía del circuito, los medios y los fanáticos.
Esa es la razón por la que, después de 4 años, su candidatura para ingresar al panteón de los inmortales se mantiene fría y sin señales de que vaya a mejorar en el futuro (lo máximo que ha alcanzado hasta ahora es el 36% de los votos y el año pasado sólo obtuvo el 23%).
De manera que Ramírez, incluso en ese aspecto tan importante de la armonía con el sistema japonés, también está en el camino correcto para ganarse la inmortalidad en la NPB.
Su única debilidad es su juego defensivo, que nunca fue destacado y le causó varios problemas en sus años con los Gigantes de Yomiuri y también en su campaña final con las Estrellas de DeNA, cuando fue bajado al conjunto filial por sus errores sobre el terreno. No obstante, eso no ve la a impedir que sea exaltado.
Parece muy poco probable que el criollo sea electo en su primera aparición en la boleta de votación, no sólo por su defensa sino especialmente porque muy pocos logran hacerlo. Sólo aquellos con números realmente legendarios son exhaltados en su primer año de elegibilidad.
DeNA le organizó una ceremonia de retiro a Ramírez en abril de 2015
Lo que sí es seguro, sin embargo, es que tarde o temprano se convertirá en el primer latino y apenas el segundo extranjero en ser inmortalizado.
Hay que aclarar que cuando decimos “extranjero” nos referimos a los jugadores que han sido registrados como importados en sus equipos, ya que otros peloteros nacidos en el exterior o de padres extranjeros han ingresado antes al Salón de la Fama nipón.
La diferencia es que los últimos nacieron o crecieron en Japón e ingresaron a la NPB a través del draft anual de la liga, por lo que cuentan como “japoneses” en el roster de sus equipos.
El taiwanés Dai-Kan Yo, que juega actualmente con los Gigantes de Yomiuri, no cuenta como un extranjero para su equipo porque completó su escuela secundaria en Japón y fue firmado originalmente por los Luchadores de Nippon Ham a través del draft. Ramírez, por el contrario, llegó a la liga como un refuerzo foráneo.
Así, el único jugador hasta ahora que ha llegado a la NPB como “extranjero” y que ha sido admitido al Salón de la Fama local es el hawaiano Wally Yonamine, quien se convirtió en 1951 en el primer foráneo en jugar en la liga después de la Segunda Guerra Mundial.
Otros dos estadounidenses también forman parte de la lista de inmortales, pero no por sus logros como jugadores sino por su aporte al desarrollo del deporte en el país: Horace Wilson y Frank “Lefty” O’Doul.
Wilson, un profesor universitario que llegó en 1872 a enseñar inglés, está acreditado como el responsable por traer el béisbol a Japón, mientras que O’Doul ayudó a organizar las giras de estrellas de las Grandes Ligas por el país en los años 30.
Entre los varios “japoneses” nacidos en el extranjero o descendientes de padres foráneos que están en el Salón de la Fama de la NPB se encuentran el legendario Sadaharu Oh, el también inmortal Masaichi Kaneda y el ruso Víctor Starfin.
El legendario Sadaharu Oh es hijo de un taiwanés
Oh, poseedor del récord mundial de jonrones de por vida con 868, es hijo de un padre taiwanés; Kaneda, el lanzador con más victorias (400) en la historia de la NPB, es hijo de padres surcoreanos, mientras que Starfin, el primer ganador de 300 juegos en la liga, nació en Rusia, pero creció y se formó como pelotero en Japón.
Ramírez, por lo tanto, va camino a convertirse en el primer latino, el segundo jugador importado y el cuarto extranjero en ser exhaltado al Salón de la Fama del béisbol japonés.
Parece poco probable que suceda el próximo 15 de enero, momento en el cual que la NPB anunciará los resultados de la presente votación, pero es un hecho que ocurrirá en los próximos años.
No hay comentarios:
Publicar un comentario