Pacific Gas & Electric se enfrenta a cientos de demandas por supuesta negligencia en fuegos con decenas de muertos. La empresa afirma que se expone a 30.000 millones en indemnizaciones
Reparación de un poste de la luz en el incendio de Paradise, California. |
El mayor proveedor de electricidad de California y de Estados Unidos, Pacific Gas&Electric, se declaró en quiebra este martes ante la imposibilidad de asumir el coste de cientos de demandas por su supuesta responsabilidad en los incendios mortales de California en los últimos dos años. La empresa calcula que si fuera declarada culpable se expone a tener que pagar más de 30.000 millones de dólares en indemnizaciones. La compañía seguirá prestando el servicio y actualizando sus instalaciones mientras dura un proceso que puede llevar años.
PG&E, con sede en San Francisco, sirve electricidad y gas natural a unos 16 millones de clientes en el norte de California. En los últimos dos años, debido a una combinación de los efectos a largo plazo de la sequía, vientos inusualmente fuertes y temperaturas altas, los incendios se han hecho más comunes, más rápidos y más extensos de lo habitual. Algunos de esos incendios se han dado en lugares del norte de California donde se mezcla lo urbano y lo rural, con consecuencias trágicas. Barrios enteros han sido arrasados.
En varios de esos incendios, la investigación ha descubierto que la chispa inicial ha surgido de las infraestructuras eléctricas de PG&E, que siempre han sido criticadas por anticuadas. Entre esos incendios está el de Paradise, el fuego más destructivo de la historia de California, que el pasado noviembre arrasó 18.800 estructuras y mató a 86 personas. Este último aún está siendo investigado pero los primeros indicios señalan a la infraestructura de PG&E. El pasado 24 de enero, la investigación oficial del incendio de Tubbs, en octubre de 2017 (5.600 estructuras arrasadas y 22 muertos), eximió de responsabilidad a la empresa. PG&E, sin embargo, ya había anunciado su intención de declararse en quiebra.
La quiebra de PG&E sería la sexta más grande de la historia. La compañía estima sus activos en 71.000 millones de dólares y reconoce una deuda de 51.000 millones. Como consecuencia de los incendios, la compañía asegura que ha recibido alrededor de 750 demandas que representan a unas 5.600 víctimas. Si fuera declarada responsable de las pérdidas de propiedades y vidas a causa de los incendios, las indemnizaciones podrían llegar a los 30.000 millones de dólares. La legislación de California permite entender que la compañía es responsable si el incendio se originó en sus equipos, aunque no se pruebe negligencia en el mantenimiento.
“En este proceso (la quiebra), vamos a priorizar lo que más les importa a nuestros clientes y a las comunidades a las que proveemos, seguridad y fiabilidad”, dijo en un comunicado el presidente interino de la empresa, John Simon. “Creemos que este proceso asegurará que tengamos suficiente liquidez para servir a nuestros clientes y mantener nuestras operaciones y obligaciones”.
Las acciones de PG&E han caído un 80% desde que empezó la presión sobre la compañía a raíz de los incendios mortales de octubre de 2017 en los condados de Napa y Sonoma, al norte de San Francisco.
Las víctimas de los incendios y algunos políticos de California vieron el movimiento de la empresa el martes como una estrategia para retrasar o evitar asumir toda su responsabilidad en las demandas. La empresa dijo en los papeles de la quiebra que la administración de este proceso puede gestionar las indemnizaciones “más rápido y de manera más equitativa” que los tribunales californianos. “No hay otra razón para hacer esto más que alejar el dinero de los clientes”, dijo en declaraciones al Sacramento Bee el abogado Mike Danko. “Normalmente, no dejas que sea el perpetrador el que decida lo que es mejor para las víctimas”.
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