Para buena parte de los peloteros que se encuentran en los campos de entrenamientos, el objetivo principal es ganarse un puesto en el roster de 25 o prepararse para repetir o mejorar sus números de la campaña anterior. Martín Prado sólo piensa en mantenerse saludable.
El infielder, de 35 años de edad, ha visto limitado su juego a apenas 91 encuentros entre 2017 y 2018, debido a lesiones en la corva izquierda, rodilla derecha, el cuádriceps izquierdo y en la parte derecha del abdomen. Durante ese lapso, exhibió una modesta línea ofensiva de .246/.284/.326.
En la primavera, Prado también buscará adaptarse en la inicial, pues Miami planea ir con Brian Anderson a tiempo completo en la antesala, lo que obligará a Prado a moverse a una almohadilla en la que también pueden desempeñarse Neil Walker, Peter O’Brien y Garrett Cooper.
“Les dije que estaba disponible para cualquier cosa”, señaló Prado a MLB.com. “Cualquier decisión que tomen, tengo que ir con eso y espero, personalmente, tener un año saludable. Eso es lo más importante para mí”.
Los Marlins planean llevar a Prado, que terminó 2018 en lista de lesionados de 60 días, con calma, sin premuras.
“Sólo queremos que esté disponible”, puntualizó el manager Don Mattingly. “Eso es lo importante, porque si puede jugar, lo hará bien”.
Prado no actuó en los primeros dos partidos de los peces en la Liga de la Toronja y no apareció en la alineación titular del lunes contra los Rays, en Tampa.
“Vamos a asegurarnos que esté listo para jugar”, abundó Mattingly. “Entonces, vamos a llevarlo a ese punto. Hay mucho tiempo. No se trata, si puede jugar. Se trata que esté sano”.
Prado ha tomado roletazos en la tercera y segunda, además de la inicial.
“Me dijeron que trabajara en primera, pero no es un rol que me hayan asignado”, advirtió Prado, que en sus anteriores 13 años de carrera sólo ha aparecido en 57 desafíos en la primera. Aunque el versátil jugador ha estado abierto a ayudar donde sea necesario. “Siempre le dijo a los jóvenes: ‘Cuando juegas todos los días en las Mayores, disfruta cada momento’”.
Para tratar de evitar nuevas lesiones musculares, Prado cambió su rutina de entrenamiento durante la temporada muerta, de acuerdo con el reporte de MLB.com. El maracayero hizo énfasis en la flexibilidad y desde noviembre hasta el inicio de las prácticas primaverales tomó clases de yoga dos veces a la semana, con un instructor personal.
“Es algo que me permite rotar (el cuerpo) de mejor manera y mantener mi núcleo en un lugar sólido”, explicó. “La pelvis está relacionada con ambos lados. El lado izquierdo es el que me ha estado molestando en los últimos dos años. Eso se relaciona con la pelvis”.
Esos ejercicios tienen que ver con el rango del movimiento, en la fortaleza y movilidad.
Prado estará en su último año de la extensión de tres campañas que firmó por 40 millones de dólares en 2017. En la venidera zafra ganará $15 millones.