El fármaco inactiva un gen clave para la proliferación de las células tumorales
Laura Soucek, con parte de su equipo del el instituto VHIO de Vall d’Hebron (Llibert Teixidó) |
Le ha costado más de veinte años de trabajo. Pero la bióloga Laura Soucek, del Vall d’Hebron Instituto de Oncología (VHIO), tiene por fin un fármaco capaz de inactivar la proteína MYC en el núcleo de las células cancerosas que cumple todos los requisitos para empezar a ensayarse en personas. En ratones con cáncer de pulmón, el fármaco experimental Omomyc ha tratado la enfermedad con más eficacia y menos efectos secundarios que otros tratamientos. En personas, Soucek espera que el Omomyc sea eficaz para mejorar el tratamiendo de la mayoría de los cánceres.
Esta esperanza se basa en que Omomyc inactiva la proteína MYC, que es una de las llaves maestras que regula la multiplicación de las células. En tejidos sanos, MYC facilita que las células se multipliquen correctamente. Pero en el cáncer, MYC está hiperactica, lo que lleva a las células a una multiplicación descontrolada.
Para favorecer la multiplicación de las células, MYC debe fijarse al ADN en el núcleo de las células. Una vez se ha fijado al ADN, activa un gran número de genes involucrados en la división celular. Pero MYC necesita ayuda para fijarse al ADN. Concretamente, necesita unirse a otra proteína llamada MAX.
Le ha costado más de veinte años de trabajo. Pero la bióloga Laura Soucek, del Vall d’Hebron Instituto de Oncología (VHIO), tiene por fin un fármaco capaz de inactivar la proteína MYC en el núcleo de las células cancerosas que cumple todos los requisitos para empezar a ensayarse en personas. En ratones con cáncer de pulmón, el fármaco experimental Omomyc ha tratado la enfermedad con más eficacia y menos efectos secundarios que otros tratamientos. En personas, Soucek espera que el Omomyc sea eficaz para mejorar el tratamiendo de la mayoría de los cánceres.
Esta esperanza se basa en que Omomyc inactiva la proteína MYC, que es una de las llaves maestras que regula la multiplicación de las células. En tejidos sanos, MYC facilita que las células se multipliquen correctamente. Pero en el cáncer, MYC está hiperactica, lo que lleva a las células a una multiplicación descontrolada.
Para favorecer la multiplicación de las células, MYC debe fijarse al ADN en el núcleo de las células. Una vez se ha fijado al ADN, activa un gran número de genes involucrados en la división celular. Pero MYC necesita ayuda para fijarse al ADN. Concretamente, necesita unirse a otra proteína llamada MAX.
Descontrol celular
La proteína MYC, una de las llaves maestras que regula la multiplicación de las células, se descontrola en el cáncer
Es sólo cuando MYC y MAX están juntas que pueden fijarse al ADN, utilizando un fragmento de MYC y otro de MAX a modo de ganchos.
Lo que hace el fármaco Omomyc es unirse como una pieza de lego a la misma parte de la proteína MYC a la que se une MAX. Se bloquean así los puntos de unión entre MYC y MAX. A partir de ese momento, MYC ya no puede fijarse al ADN porque le falta uno de los ganchos que necesitaba para hacerlo. Y al impedir la unión entre MYC y el ADN, el fármaco Omomyc evita que las células cancerosas sigan proliferando.
Ensayos clínicos
Está previsto iniciar los ensayos en personas en 2020 despuñes de que el fármaco haya sido eficaz y seguro en experimentos con animales
Según los resultados presentados en la revista Science Translational Medicine , el fármaco ha demostrado ser capaz de acceder al interior de las células, bloquear la actividad de MYC y mejorar el tratamiento de ratones con cánceres de pulmón sin efectos secundarios apreciables.
“El próximo paso será el tratamiento en pacientes”, declara Laura Soucek. El inicio de los ensayos clínicos está previsto el aó próximo en el hospital Vall d’Hebron.
Según los resultados presentados en la revista Science Translational Medicine , el fármaco ha demostrado ser capaz de acceder al interior de las células, bloquear la actividad de MYC y mejorar el tratamiento de ratones con cánceres de pulmón sin efectos secundarios apreciables.
“El próximo paso será el tratamiento en pacientes”, declara Laura Soucek. El inicio de los ensayos clínicos está previsto el aó próximo en el hospital Vall d’Hebron.
No hay comentarios:
Publicar un comentario