El Gobierno de la capital ha anunciado que el plan de emergencia ambiental se extiende un día más hasta el viernes y mantiene el cierre de los colegios de educación básica
Un ciclista con el rostro cubierto sobre la avenida Reforma. En vídeo, Ciudad de México declara un plan de contingencia por los altos niveles de contaminación. |
El Gobierno de Ciudad de México, liderado por Claudia Sheinbaum —la primera gobernante de la capital que es científica y experta en temas ambientales— ha anunciado este jueves que el plan de emergencia ambiental se extiende un día más: este viernes continuarán las restricciones vehiculares, las recomendaciones a la ciudadanía de no hacer actividades al aire libre y las clases de educación básica seguirán suspendidas. Las partículas y el ozono suspendidos en el aire no han sido dispersados pese a los planes de contingencia impuestos desde este martes y las medidas emergentes continúan, informan desde el Ejecutivo. Se trata del segundo día consecutivo de cierre de colegios y el cuarto que vive la ciudad en alerta por unos niveles de contaminación dañinos para la salud de sus habitantes.
La Secretaría de Educación Pública (SEP) ordenó este miércoles por primera vez en esta semana de alerta ambiental que se iban a suspender las clases de los alumnos de primaria de Ciudad de México y las localidades que rodean a la capital, esto afecta a más de un millón y medio de niños. La medida continuará, según el anuncio del Gobierno de este jueves, al menos hasta el viernes. A la decisión de la SEP, se ha sumado la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), que cuenta con más de 356.000 alumnos y el Instituto Politécnico Nacional (IPN), con más de 64.000 matriculados. Es la primera vez que se emite una medida así de contundente este año, después de una semana con altos niveles de contaminación que han vuelto tóxico el aire que se respira en el Valle de México.
El Gobierno de la capital, junto con los municipios aledaños, mantendrá este viernes por tanto la doble alerta ambiental por los altos índices de ozono y de partículas menores a 2.5 micrómetros (Pm 2.5), que implica medidas de emergencia como evitar hacer deporte al aire libre y restringir la cantidad de vehículos hasta que se restablezca la situación. Un estado de emergencia con restricciones en la vida cotidiana de la capital, tanto para los habitantes como para los vehículos, que sumará este viernes cuatro días consecutivos.
La SEP informó en un comunicado que la medida tiene la "finalidad de salvaguardar la salud" de los alumnos y además sirve para contribuir a mejorar las condiciones ambientales de la capital, pues el cierre de colegios disminuye el tráfico. En ese mismo comunicado, la Secretaría recomienda a las familias que eviten que sus hijos realicen actividades físicas y que, en general, "eliminen cualquier actividad al aire libre, incluidas las cívicas, culturales y de recreo". Para los menores con problemas respiratorios y cardiovasculares les sugiere que directamente "no salgan de casa".
Los altos índices de partículas Pm 2.5 han sido provocadas por una veintena de incendios ocurridos este fin de semana —y que muchos todavía no han sido controlados— y no tanto por la combustión de los vehículos, como había sido habitual hasta ahora, incrementando los niveles de ozono. El martes, no obstante, los niveles de ozono fueron lo suficiente alarmantes como para decretar una segunda contingencia y restringir el número de coches en las calles. Sobre las partículas pequeñas, el premio Nobel de Química Mario Molina, ha alertado en una rueda de prensa conjunta con Sheinbaum este jueves que se trata de los contaminantes "más dañinos" y a los que menos atención se les había prestado hasta ahora, pues eran muy difíciles de medir. De hecho, la capital no cuenta con un plan ambiental para disminuir estos contaminantes, asociados principalmente a los incendios. "Respirar estos niveles de partículas en el aire está comprobado que limita el crecimiento pulmonar de los niños, y ¿qué familia querría tener hijos en una ciudad así? Por suerte, ahora tenemos este tema encima de la mesa", ha apuntado Molina, sin que se haya comunicado desde el Gobierno cuál es el plan para combatir a este tipo de contaminante.
"El Gobierno sabe que estas partículas generan problemas en aquellos con enfermedades pulmonares, quienes padecen alergias, rinitis, conjuntivitis y también para quienes no lo padecen tienen molestias: irritamiento de ojos o escurrimiento nasal, pues el cuerpo se defiende de estos elementos tóxicos", explica el experto en toxicología ambiental y daño respiratorio Carlos Falcón.
"No se lo están tomando lo suficientemente en serio, simplemente se han mantenido las cosas como van y no vemos un avance sustancial en todas las medidas que se han propuesto para mejorar la calidad del aire", apunta el investigador del Centro de Ciencias de la Atmósfera, Ricardo Torres. "Sí sabíamos que esto podía pasar. Hay malas condiciones de dispersión de contaminantes, pero también una respuesta lenta de las autoridades: durante este fin de semana y hasta este martes tuvimos problemas de turbiedad atmosférica y según lo que hemos calculado, en una semana rebasamos la norma de la OMS 150 veces", añade Torres.
La capital vivirá este viernes su tercer día consecutivo de alerta ambiental, un instrumento que activa una serie de medidas urgentes para reducir drásticamente los niveles de contaminación. La denominada contingencia ambiental se activa cuando se superan los 150 puntos y ha sido implementada este año cinco veces, aunque esta ha sido la más duradera.
Las medidas previstas para este viernes aún no han sido comunicadas. Para el jueves se mantienen recomendaciones como evitar actividades en el exterior y, en el caso de grupos vulnerables, permanecer en casa. Además, se ordena la detención de los vehículos de transporte de materiales de construcción abiertos que no tengan lona de cobertura y la suspensión de las actividades de establecimientos que utilicen leña o carbón, entre otras normas. También se han impuesto para este jueves restricciones a los coches con holograma (pegatina de verificación) 2 y está prohibido que circulen aquellos vehículos con holograma 1 cuya terminación de matrícula acabe en par, además de todos los coches con engomado verde y terminación de placa en 1 y 2. Se estima que por la capital circulan alrededor de cinco millones de coches, según cifras del Instituto Nacional de Estadística.
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