Una buena parte de los bebedores regulares de café saben que la bebida no solo es buena para activarse por las mañanas: también para hacer caca. Si bien se conoce sobre los efectos laxantes del café, aún existen dudas del porqué se presentan.
Con el propósito de ahondar en este tema, un equipo de científicos hizo precisamente lo que caracteriza la experimentación científica: usar ratas de laboratorio; en este caso para que beban café, informa Gizmodo.
Los primeros resultados, dados a conocer recientemente en el marco de la conferencia anual Digestive Disease Week (DDW), parecen ratificar la sospecha de que no es la cafeína la responsable de la súbita capacidad de hacer caca. El café puede extinguir a las bacterias que se posan en nuestro estómago.
Contracciones intestinales
Los científicos de la Universidad de Texas en Galveston suministraron dosis de café a sus ratas durante tres días continuos. A estos roedores se les dividió en distintos grupos, de los cuales algunos recibieron cafeína y otros café descafeinado.
Después, con un examen físico y una sonda, a las ratas se les revisó el tracto digestivo haciendo especial énfasis en los músculos que se contraen para permitir el paso de alimentos (y excrementos) a través del intestino.
Finalmente, observaron cómo el café produjo reacción en los tejidos musculares. Los efectos fueron evidentes: las contracciones tanto de los músculos del intestino delgado como del intestino grueso aumentan luego de ingerir café. Esto quiere decir que los elementos pueden circular más rápido por el canal alimentario.
Al respecto, el autor principal del estudio, el doctor Xuan-Zheng Shi, explicó:
El café tiene este efecto estimulante sobre la motilidad intestinal, y eso no está relacionado en absoluto con la cafeína. Podríamos ver esto incluso con café descafeinado, por lo que es independiente de la cafeína.
Evidencia anterior
No es la primera vez que un estudio sugiere que los músculos intestinales reaccionan al consumo de café. En 1990, ya otros científicos observaron mayor movimiento de los músculos del colon en personas que admiten hacer caca luego de tomar café negro que en aquellas que no manifiestan esta necesidad.
Tal como en el reciente estudio, también en 1990 se vieron los mismos efectos incluso en personas que consumían café descafeinado. Y en vista del corto tiempo (4 minutos) que tardaron en manifestarse las contracciones, los científicos dedujeron que la bebida puede actuar de manera indirecta a través del intestino delgado o el estómago.
Sin embargo, fue ese antiguo estudio el que determinó que la necesidad de hacer caca luego de beber café no se presenta en todas las personas, solo en un 30% aproximadamente.
Agente antibacteriano
La investigación del doctor Shi no solo se limitó al intestino. La caca también fue observada. Al compararla con los excrementos sin café, hallaron una menor cantidad de bacterias en las deposiciones de las ratas que consumieron café. Además se descubrió que en las heces con café la proliferación de estas bacterias disminuye. Así lo señaló el experto:
Eso es realmente interesante, porque significa que el café podría ser un agente antibacteriano, y podríamos ver esto también en el café descafeinado. Pero necesitamos estudiar más para saber por qué el café podría tener este efecto supresor en el microbioma.
Sería muy prematuro indicar cómo el café podría tener correlación con la población microbiana que alberga nuestro intestino, conocida como microbioma intestinal. Se sabe que se trata de un entorno muy delicado, y si el café llegase a interferir en el crecimiento de microorganismos considerados sanos, sería algo nocivo.
Según Shi, es necesario continuar investigando para establecer con certeza si existe relación (positiva o negativa) entre beber café y el microbioma intestinal. En cualquier caso, el científico sugiere explorar si la bebida debería emplearse como una solución práctica para ayudar a quienes sufren de estreñimiento o tienen el intestino temporalmente congelado, dos trastornos que suelen presentar algunas personas luego de ciertas cirugías.
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