“Dios sabe todo de nosotros; sabe que estamos hechos de polvo” (Salmo 103:14 PDT).
Tus fracasos no sorprenden a Dios. Él los espera. Él sabe de lo que estás hecho –porque él te creo.
La Biblia dice, “Dios sabe todo de nosotros; sabe que estamos hechos de polvo” (Salmo 103:14 PDT).
Dios no dejará de amarnos cuando nos equivocamos. El mensaje central de la Biblia es este: Dios no te ama a causa de quién eres o que has hecho, sino a causa de quién es él y lo que ha hecho. Dios te hizo. Él te ama. ¡fin de la discusión! No puedes hacer que Dios te ame más. No puedes hacer que Dios te ame menos. Él te ama tanto en tus malos días como en los buenos. Su amor no se basa en tu desempeño.
La Biblia tiene una palabra para esto. Se le llama gracia –y es absolutamente sorprendente. Dios nos mira y nos dice “Elegí amarte. Y no puedes hacer que deje de hacerlo”. Incluso cuando estamos ridículamente equivocados, Dios no deja de amarnos. Es verdaderamente una gracia sorprendente. Cuando entiendas su gracia, te podrás relajar sobre tus fracasos y tener la confianza de tomar más riesgos.
Puedes venir a Dios muchas veces por perdón sobre el mismo problema. Tal vez no estás seguro de que merezcas su amor y gracia. Y estás seguro de que Dios se ha ido cansando de tus constantes esfuerzos de cambiar.
Pero te puedes relajar. Dios nunca se cansa de tener una conversación contigo. Nunca está demasiado ocupado. No importa cuántas veces vengas a él por perdón, él estará esperándote con los brazos abiertos.
Pudiste haber crecido en un hogar donde el amor condicional fuera normal. Los afectos de tus padres se pudieron basar en tus éxitos académicos, atléticos o sociales. Cuando fracasabas en una de esas áreas, te sentías la pérdida del amor de tu familia.
Relájate. Así no es como Dios trata contigo.
La Biblia dice, “Dios anuló el documento de deuda que había contra nosotros y que nos obligaba; lo eliminó clavándolo en la cruz” (Colosenses 2:14 DHH).
La vida cristiana no es una vida libre de errores, pero puede ser una vida libre de culpa. Dios entiende tus fracasos, él te ama de todas formas.
¡Esa es sublime gracia!
Reflexiona sobre esto:
- ¿Cómo te hace sentir el darte cuenta de que Dios te ama a pesar de tus fracasos?
- El darte cuenta de cómo Dios maneja tus errores y fracasos, ¿Cómo debería impactar la forma en la que tu manejas los errores y fracasos de otros?
- ¿Con quién puedes compartir las buenas nuevas de la sublime gracia de Dios?
No hay comentarios:
Publicar un comentario