Félix Cordero Peraza
Conversando con unos amigos, hace algunos días, coincidíamos en que la situación política continúa llena de incertidumbre y desconcierto. ¡Cualquier cosa puede pasar! Varios caminos para el desenlace están en la carretera y hoy cada quien escoge de acuerdo a su libre entender y anhelar. En pocas palabras, se han democratizado las opciones para el esperado cambio de gobierno. ¿Esto es bueno o es malo? Depende de cada perspectiva. Pero, sin embargo, la multi opción es un signo de inseguridad e inestabilidad. Que gasta recursos y grandes esfuerzos en acciones que se evaporan indefectiblemente en la maraña de decisiones infecundas. Es la clásica división que merma las resistencias a la hora de dar la batalla definitiva. Se bifurcan las energías y se enflaquecen las fortalezas y ventajas comparativas. Es como si en la lucha por la independencia, la batalla de Carabobo hubiera tenido varias estrategias y tácticas de combate contra los realistas. O varios jefes supremos únicos y desarticulados y no uno solo: Bolívar.
La otra gran pregunta es ¿Quien divide a quien? Las multi opciones generan variadas ambiciones o son estas las que generan muchas opciones? Como es lógico entender ambas son resultados de realidades de naturaleza diferente. Por ejemplo, las opciones obedecen más a condiciones objetivas paradigmáticas, que generan posibilidades y contingencias propensas a producir ciclos capaces de derrocar al gobierno de Maduro. En estas opciones sobresalen: las perspectiva militar de un golpe de estado; el escenario de una explosión social que encienda, saquee y pueda tumbar al gobierno; el entorno geopolítico en Washington y la probabilidad de ordenar desde la Casa Blanca, una intervención militar en Venezuela. Finalmente, un proceso de diálogo y negociación que termine en un acuerdo a elecciones generales, con árbitro independiente y justo. Mientras, las ambiciones son consecuencia de factores culturales, históricos, psicosociales. ¡Gajes del oficio, dirían los apolíticos!
En esta complicada coyuntura de juegos e ingenios influyen también, de manera importante, las maniobras y escaramuzas puestas en práctica por ambos contendores, para engañar y falsear situaciones que dislocan al adversario. Lo cual da como resultado equivocaciones y agotamientos que hacen actuar sin precisión ni pericia. La noticia falsa o Fake News, que se desplaza por las redes sociales y medios de comunicación, son dispositivos ordinarios para forjar actitudes erráticas que enmarañan el entramado político. Entonces, la política es una actividad del ser humano que se mueve entre la realidad y la fantasía. Siempre ha tenido significativos rasgos de utopía y delirio. Espejismo y presunción. No obstante, no hay nada más concreto que el poder. “El poder y la gloria los bienes más preciados del hombre”
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