“¿Cómo se atreven?”, lanzó indignada y con los ojos llorosos la joven activista sueca Greta Thunberg el lunes en una cumbre sobre el clima en la ONU que no colmó las expectativas, y acusó a los líderes de traicionar a su generación por su inacción para limitar el calentamiento del planeta.
El apasionado discurso de la adolescente de 16 años fue el momento determinante de la cumbre, convocada por el jefe de la ONU, Antonio Guterres, para revigorizar el Acuerdo de París sobre el clima.
Antes del inicio de la cita, 66 países, 10 regiones, 102 ciudades y decenas de empresas se comprometieron a alcanzar la neutralidad en carbono para 2050, anunció la ONU.
Pero la falta de anuncios concretos y significativos de los países más contaminantes, como China e India, campeones de la energía solar y eólica pero que devoran carbón, enojaron a ambientalistas.
“Esta cumbre debía ser un punto de inflexión. Pero hemos visto una falta excepcional de compromiso de los países más ricos y contaminantes que siguen adoptando medidas triviales para resolver una crisis que es de vida o muerte”, dijo Harjeet Singh, jefa para el cambio climático de la oenegé ActionAid.
Los científicos creen que el alza de la temperatura debe ser limitada a +1,5ºC en relación al siglo XIX para prevenir una catástrofe climática.
Pero la humanidad nunca lanzó a la atmósfera tantos gases con efecto invernadero como ahora, y se prevé que el periodo 2015-2019 será el más caluroso de la historia.
“Yo no debería estar aquí, yo debería estar en la escuela, del otro lado del océano”, dijo Thunberg, el nuevo rostro de un movimiento mundial de jóvenes que puso el viernes en las calles a millones de personas para exigir acciones urgentes contra el calentamiento global.
“Han robado mis sueños y mi niñez con sus palabras huecas (…) Estamos en el comienzo de una extinción masiva, y de lo único que ustedes pueden hablar es de dinero y cuentos de hadas de crecimiento económico eterno. ¿Cómo se atreven?”, preguntó.
Thunberg y otros 15 niños y jóvenes denunciaron el lunes la inacción de cinco países, Francia, Alemania, Argentina, Brasil y Turquía, como una violación de la Convención de Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño.
Pocas acciones inmediatas
Uno tras otro, los líderes subieron al podio para decir que la situación es grave, pero en general no hicieron anuncios concretos.
El primer ministro indio, Narendra Modi, no dijo explícitamente si su país mejorará los compromisos realizados en 2015 bajo el Acuerdo de París, aunque afirmó que trabaja para más que duplicar la energía renovable.
Tampoco hubo nuevos anuncios de China, el mayor emisor de gases contaminantes del mundo. El canciller Wang Yi habló de la necesidad de multilateralismo, y criticó veladamente al presidente Donald Trump por sacar a Estados Unidos del Acuerdo de París.
Varias organizaciones ambientales expresaron su frustración.
“Creo que el grito apasionado de Greta pidiendo más sensatez y escuchar y actuar en base a la ciencia fue ignorado”, dijo a la AFP la jefa de Greenpeace International, Jennifer Morgan.
Menos de la mitad de los 136 líderes que desde este martes participarán en la Asamblea General de la ONU acudieron a la cumbre del clima.
Trump, que no tenía previsto asistir, hizo una aparición sorpresa, y se sentó unos minutos en la gran sala de la Asamblea General para escuchar el discurso del primer ministro indio, a quien aplaudió.
Brasil, “el elefante en la habitación”
Otro gran ausente fue el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, bajo cuyo gobierno la Amazonia continúa quemándose a ritmo récord, y el primer ministro de Australia, Scott Morrison, cuyo gobierno persigue agresivamente una agenda favorable al carbón.
Laurence Lubiana, una de las arquitectas del Acuerdo de París, dijo que “ni India ni China dijeron nada”. “Hicieron declaraciones muy conservadoras”.
Greenpeace, la oenegé FIMA y jóvenes activistas por el medio ambiente chilenos opinaron que el presidente de su país, Sebastián Piñera, estuvo “lejos de la ambición que demostraría un verdadero líder climático”.
Piñera dijo que Chile avanza hacia “la descarbonización total de su matriz energética”, pero los activistas lamentaron que no anunciara por ejemplo el cierre de todas las centrales termoeléctricas para 2030.
Desde el Vaticano, hasta el papa Francisco deploró los compromisos “muy vagos” de los países desde hace cuatro años.
Antes del inicio de la cumbre, una reunión permitió desbloquear 500 millones de dólares adicionales para la Amazonia y otras selvas tropicales, en ausencia de Brasil, “el elefante en la habitación”, según dijo el presidente francés, Emmanuel Macron, que invitó a la cita a los presidentes de Chile, Colombia y Bolivia.
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