Estrella del culturismo durante casi dos décadas, el atleta lidia con las secuelas que le dejó la actividad. Debió someterse a ocho operaciones de la columna, la última hace unos días. No obstante, apunta a volver a entrenar y recuperar la musculatura perdida
Coleman compitió 17 años en el alto nivel |
Ronald Dean Coleman, más conocido simplemente como Ronnie Coleman, es un fisicoculturista estadounidense considerado uno de los mejores de la historia, que a los 53 años está luchando frente a diferentes inconvenientes de salud derivados de la actividad con la esperanza de volver al gimnasio y poder hacer lo que más le gusta, entrenar.
Coleman nació el 13 de mayo de 1964 en Monroe, Louisiana. Aunque gran parte de su vida la dedicó al culturismo, no siempre fue así. Antes de comenzar a competir, se graduó en contabilidad en la Universidad Grambling State en 1989, obteniendo la calificación Cum laude. También ejerció de policía en el Departamento de Policía de Arlington, ciudad de Texas donde reside actualmente.
La trayectoria deportiva de Coleman inició en 1990. En abril de ese año se impuso en la competencia Sr. Texas. En su primer torneo oficial se quedó con el primer puesto de la general y en la categoría peso pesado. Había ingresado al mundo del culturismo impulsado por Brian Dobson, dueño de un gimnasio vecino. Desde allí y hasta 2007 construyó una notable carrera que incluyó 29 coronaciones.
Ganador de ocho títulos consecutivos (entre 1998 y 2005) del certamen Mister Olympia, uno de los más prestigiosos dentro de la especialidad, de a poco fue ganando reputación en este deporte como uno de los íconos del deporte, muchas veces encasillado como la figura que llegó para tomar el legado que dejó Arnold Schwarzenegger.
Durante aquella etapa explotó su potencial físico de manera extraordinaria. Hay pruebas gráficas que muestran lo que era capaz: se filmó levantando 360 kilos en un ejercicio de sentadilla (hizo 2 repeticiones, lo que luego le generó ira por no cumplir con las 4 a las que aspiraba) o soportando 1.043 kg en la prensa, la máquina de piernas.
Por ello, en el pasado se lo relacionaba con su capacidad avasalladora. Sin embargo, en el presente la imagen es totalmente opuesta. Hoy, en las redes sociales donde expone su pasar diario, se muestra alejado de la práctica. Las publicaciones remiten a momentos en los que está aguardando para entrar al quirófano o recuperándose tras someterse a una intervención quirúrgica.
La actividad le deparó distintos problemas de salud. Lo hizo afrontar una serie de cirugías en los últimos años, que incluyen dos reemplazos de cadera y múltiples operaciones de espalda. Una carrera que demandó tanto esfuerzo al máximo durante 17 años provocó un desgaste lógico. De por si, no es fácil mover los imponentes 1,80 cm de altura y 180 kg-135 kg de peso -en descanso y competición, respectivamente- que figuraba en su planilla.
Así, desde el retiro se sometió a las siguientes intervenciones: laminectomía de discos L4-L5 (diciembre de 2007), descompresión de discos L3-L4 (julio de 2011), fusión de cuello C4-C5-C6 (diciembre de 2011), reemplazo de cadera izquierda que requiere 2 tornillos(julio de 2014), reemplazo de cadera derecha que requiere 4 tornillos (agosto de 2014) y fusión de discos L3-L4 (julio de 2015).
En febrero de 2016 los neurocirujanos le implantaron seis tornillos de titanio endurecido en la maltrecha espalda, un proceso que duró once horas. Tras pasar un 2017 sin intervenciones, en febrero de este año tuvo que pasar una vez más por el bisturí, un procedimiento que no resultó de la manera esperada, por lo que hace unos días debió someterse a una corrección.
A pesar de todo ello, tiene como meta en el horizonte próximo volver al gimnasio y continuar manteniéndose en forma. Por eso, durante cada estadía hospitalaria se movía como podía con el fin de evitar que sus músculos se atrofien. Ahora, en pleno proceso de rehabilitación, espera reincorporarse pronto a las sesiones de ejercicio físico: "En este momento soy muy pequeño, pero todo está bien porque todos sabemos que los músculos tienen memoria", confesó.
Y en un posteo escribió: "Estoy haciendo todo lo posible para volver a caminar sin ayuda. Estas dos cirugías en las últimas cuatro semanas han hecho mella en mi cuerpo. Pero soy un luchador que no cree en perder. Solo tienes que llevar estos contratiempos a la guerra, una guerra en la que pelearás hasta que ganes, sin importar cuánto tiempo tarde en ganar".
Al margen de lidiar con sus problemas físicos, desde que dejó el culturismo Coleman se dedica a dar exhibiciones y seminarios por todo el mundo. Además, desde 2010 comercializa su propia marca de suplementos, llamada "Ronnie Coleman Signature Series".
Las secuelas no lo arrepienten del camino transitado. Cuando le preguntan si haría lo mismo si pudiera volver al pasado, responde enfáticamente: "Sin duda valió la pena. Pero habría hecho cosas diferentes. Volvería atrás y entrenaría aún más duro y me aseguraría de hacer las 4 repeticiones de sentadillas con los 360 kilos".
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