La actriz y cantante se une a una larga lista de artistas y modelos que consideran que pueden publicar en sus redes sociales imágenes en las que aparecen aunque las hayan tomado paparazis
Jennifer Lopez, en el rodaje de JOSE PEREZ/BAUER-GRIFFIN GC IMAGES) |
La imagen ya no existe. De hecho, solo existió durante 24 horas. Pero la demanda permanece. Una demanda, además, nada desdeñable. Un paparazi le exige ahora a Jennifer Lopez nada menos que 135.000 euros por haber usado una de sus fotografías en su perfil de Instagram hace dos años. Una fotografía en la que los retratados eran, precisamente, Jennifer Lopez y su pareja, el deportista Alex Rodriguez.
Lopez no es la primera ni la última que se enfrenta a ese problema, que ha afectado a más de una actriz, modelo o influencer. El de la cantante ha sido un caso clásico: en sus Stories de Instagram, en 2017, colgó una imagen suya y de Rodriguez paseando por Nueva York agarrados de la mano. Ahora, las agencias gráficas Splash News y Picture Agency, en representación del fotógrafo que la sacó, aseguran que los derechos de esa imagen son exclusivamente suyos y que, por tanto, aunque ella sea la retratada, no tiene derecho a utilizarla, como recoge el medio estadounidense E! News, que ha tenido acceso a la demanda.
Según la empresa, en diciembre de 2017 se le notificó a los abogados de Lopez que infringía la ley. "La fotografía es creativa, diferente y tiene su propio valor", argumenta la compañía. "Por su estatus de famosa, y por la calidad y la apariencia de la fotografía, el demandante y el fotógrafo al que representa se alzan para obtener los ingresos de la licencia de la imagen", explican, asegurando que "la acusada no está autorizada a usar, en el presente o en el futuro, la fotografía original". Por su parte, los representantes de Lopez no se han pronunciado al respecto.
La cantante de Let's get loud y Ain't your mama no es la primera —ni, previsiblemente será la última— en sufrir esa paradoja: la de ser la protagonista de una fotografía que no puede utilizar. Las hermanas Kardashian decidieron, el pasado febrero, coger el toro por los cuernos: si ni ellas ni sus populosos clubes de fans podían usar las fotos de los paparazis, contratarían a los suyos propios.
"Desde que las agencias de paparazis no permiten a los fans reutilizar las fotos, todas mis fotos las sacará mi propio fotógrafo y vosotros, chicos, podéis reutilizarlas siempre que queráis. Si cuelgo una foto de una agencia la etiquetaré y yo tendré permiso para usarla. Así que por favor, ¡no uséis esas otras!", aseguraba Kim Kardashian hace unos meses en su perfil de Twitter. Entonces lo hizo harta de que sus seguidores fueran denunciados por subir fotos de ellas. A su hermana menor, Khloé Kardashian, una agencia británica le reclamó 155.000 euros en 2017. Ella se quejó amargamente en su Twitter: "Pueden acosarme y perseguirme y después de todo no puedo ni usar una imagen de mí misma que ellos han sacado. Qué coño es esto".
Otro de los casos más sonados hace unos meses fue el de la supermodelo Gigi Hadid, una de las más cotizadas del momento. La rubia californiana publicó hace un año una carta en la que mostraba su angustia por un caso similar; además, ya había sufrido algo parecido en 2017, cuando el fotógrafo Peter Cepeda la denunció por la misma cuestión.
"Ayer, mi representante me dijo que estaba siendo perseguida legalmente por mi última (ahora eliminada) publicación de Instagram. La foto es de un paparazi que me fotografió en la calle", explicaba en otra publicación también en Instagram que logró más de 1,1 millones de Me gusta. "Puse mi mejor sonrisa porque entiendo que es parte de mi trabajo. Era una situación apropiada para que fuese la prensa y, además, entiendo que así es como los paparazis se ganan la vida. Pero la mayoría de las situaciones no son así". Ella contaba entonces que precisamente su trabajo era sonreír, posar para los fotógrafos: "Pero esa gente hace dinero gracias a nosotros día tras día, acosándonos legalmente por andar seis pasos hasta el coche y otros seis al trabajo".
"Es absurdo", comentaba Hadid, no sin indignación, y asegurando que si lo que el paparazi quería era reconocimiento, era sencillo: "No tengo forma de saber cual de los más de 15 fotógrafos que tenía fuera ese día sacó esa foto exacta, si simplemente me hubiera hecho un comentario en la foto le habría acreditado sin problema".
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