La campeona mundial de salto triple reconoce la superioridad de Colombia y la precariedad del atleta venezolano
Caracas.- La estelar atleta venezolana Yulimar Rojas confiesa que gracias a la ayuda de sus dos hermanos ha logrado seguir adelante con su rutina de ejercicios particulares en su casa de Guadalajara, España y confiesa que si no tuviese ese apoyo “estuviera muy loca”.
En conversación por la red social Instagram Live, con personeros del Comité Olímpico Venezolano, la tetracampeona mundial del salto triple, manifestó estar de buen ánimo.
Está entregada de lleno al entrenamiento, pues reconoce que allí está la clave para buscar la medalla de oro y el récord mundial en los Juegos Olímpicos de Tokio.
Sin embargo, se siente abrumada por considerar que el deporte venezolano atraviesa, en la actualidad un mal momento y eso lo comprueba, según lo manifiesta, el hecho de que "Colombia nos supera con facilidad en cuanta competencia se presente".
“Lo estamos viendo en los Juegos. Colombia nos superó y antes nosotros estábamos arriba. Los chamos venezolanos no tienen zapatos, porque es difícil comprarlos, porque lo que la gente tiene es para comprar comida y resolver. El deporte está agonizando. Yo espero que Venezuela pueda salir del hoyo”, asegura.
Sueña con tener sus hijos
La tranquilidad que resulta de la cuarentena le permite a la espigada caraqueña analizar su futuro, no solo en las pistas del atletismo, sino de su vida personal y así resalta que sueña con tener sus hijos y ser una buena madre.
La tranquilidad que resulta de la cuarentena le permite a la espigada caraqueña analizar su futuro, no solo en las pistas del atletismo, sino de su vida personal y así resalta que sueña con tener sus hijos y ser una buena madre.
“El amor lo mueve todo, no importa raza, orientación sexual, nada. Yo quiero tener mis hijos, adoptar y que ellos crezcan y también sigan mi ejemplo”, sostiene la joven triplista que este año batió el registro mundial bajo techo con un salto de 15.43 metros.
Su amor por Venezuela está por encima de todo y lo confiesa al señalar que otras naciones le han ofrecido muchos beneficios económicos y los agradece, “pero no hay nada más bonito que llevar tu bandera, cantar tu himno y hacer sentir gigante a tu patria”.
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