Pasar a la historia

NELSON TOTESAUT RANGEL
Ahora ocurre con la gasolina, que pasó de ser la más barata del mundo, a una de las más caras. Porque se encuentra, sí, pero a un precio que oscila ente los $3 y $5 por litro...

Resulta cada vez más evidente que los libros de historia tendrán que dedicar un capítulo entero al Covid-19. No solo ha logrado confinar al mayor número de personas en su casa, sino que los efectos de ello sorprende cada vez más. Aún no sabemos la extensión del daño, estamos en pleno fuego cruzado. O quizá más bien se trate de disparos unilaterales, ya que la humanidad ha encontrado como mejor ataque, la defensa; y como campo de batalla, la trinchera.

El petróleo
El nuevo estrago es el petróleo, cosa que era de esperarse. Con los aviones en tierra, los carros dentro del garaje y las fábricas a medio andar, la demanda de crudo se ha desplomado. Y con ello el precio, llegando al inédito caso estadounidense en donde los compradores están pagando para deshacerse del mismo. Pues el WTI (el referencial en ese país) cotizó por primera vez en negativo. Otro caso que complementa la obra distópica que estamos viviendo.

El motivo es sencillo de entender, los productores de petróleo tiene contratos que cumplir. Los compradores no tienen en dónde vender el petróleo ni tampoco dónde almacenarlo. El precio, entonces, cae ante una oferta que no corresponde a la demanda actual. Sumado al hecho de que se vislumbra un futuro cercano (2020 y probablemente inicios del 21) lento y de recesión. Ante una economía que le costará muchísimo reactivarse, solo luego de lograr vencer al virus.

De la más cara a la más barata
Mientras tanto, en Venezuela, seguimos en nuestra propia y particular distopía. Ya de hace años que vamos en sentido contrario al progreso, y ahora no podría ser distinto. Pues en nuestro país la demanda por gasolina supera por mucho a la oferta actual, incluso en medio de la pandemia, con una significativa reducción de personas circulando.

En Venezuela, este problema empezó a la par con la cuarentena, hace casi 1 mes. ¿Los motivos? Pues dos: el bloqueo y la mala gestión. Porque es cierto que las sanciones estadounidense perjudican nuestra capacidad productiva y de abastecimiento, pero también lo es la mala gestión que lleva años degenerando una industria cada vez más maltrecha. Porque el problema del combustible (como el de la luz y del agua) son de vieja data. Solo que, hasta que no toca las puertas de la capital, no nos damos cuenta de que existen. Así el resto del país siga sumido en el subdesarrollo más primitivo de hace años.

Por su parte, pasamos a la historia sin fin: las mafias internas. Las mismas que se han convertido en el verdadero Estado, compensando las deficiencias del mismo, y proveyendo los servicios necesarios a un precio exorbitante. Ahora ocurre con la gasolina, que pasó de ser la más barata del mundo, a una de las más caras. Porque se encuentra, sí, pero a un precio que oscila ente los $3 y $5 por litro.

La historia acelerada
Existe una idea interesante de Richard Haass (recogida en la BBC) que asevera que la historia, en plena pandemia, no ha cambiando su curso, sino acelerado el mismo. Es interesante ya que las consecuencias actuales (la pérdida del liderazgo de Estados Unidos, el deterioro de la democracia, la situación en Venezuela, entre otras) sucederían, pero están acelerándose gracias al Covid.

A todo ello, el autor agrega una visión pesimista de la situación. Mientras que la segunda postguerra fue un período lúcido para la humanidad, la primera fue de crecimiento egoísta y de nacionalismos destructores. Según Haass, es más probable que el mundo postcovid se asemeje a ese mundo post Primera Guerra, en donde los países se aíslen y se busque la reconstrucción interna, alejando los esfuerzos colectivos.

Aún es prematuro para concluir, pero su idea no nos resulta descabellada. Hay que recordar que el coronavirus es pandemia gracias a la globalización, la cooperación y las fronteras abiertas. A diferencia de otras, como la peste negra, que tardaron décadas en viajar y no se dieron de manera simultánea.

Sea cual sea el caso, el Covid pasará a la historia, y debemos de rogar que así sea. Ya que si no fuese el caso, es porque otra más la opacó.


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