El 82% de los estadounidenses dice que cree en Dios y el 26% dice que su fe o espiritualidad se ha fortalecido como resultado del brote. El 1% dice que se ha debilitado.
Casi dos tercios de los creyentes estadounidenses creen que la pandemia de coronavirus es un mensaje de Dios a la humanidad para que cambie su manera de vivir, de acuerdo con una nueva encuesta.
Mientras el virus estremece el mundo, causa penurias económicas a millones y ha matado a más de 85.000 estadounidenses, la encuesta de la Facultad de Teología de Chicago y Associated Press/NORC indica que mucha gente busca un significado más profundo en la pandemia arrasadora.
El 31% de los estadounidenses que creen en Dios siente firmemente que el virus es una señal de que Dios le dice a la humanidad que cambie. Este sentimiento fuerte es más común entre los protestantes evangélicos, con 43%, pero no tanto entre los católicos y los protestantes convencionales, con 28%.
La probabilidad de creer que es un mensaje de Dios es más alta entre los estadounidenses negros de cualquier nivel educativo, ingresos o género, en comparación con los de cualquier otro grupo racial. El 47% dice que lo cree firmemente, en comparación con el 37% de los latinos y el 27% de los blancos.
Al atacar en forma desproporcionada a los afroestadounidenses, el covid-19 ha puesto de manifiesto la desigualdad social y la vulnerabilidad de las minorías y generado el temor de que la campaña para reabrir la economía deja de lado los riesgos que corren. E
n medio de esa realidad cruda, la encuesta halló que los negros creyentes tienden más que otros sectores a decir que ahora dudan de la existencia de Dios debido al virus: el 27% lo dijo, en comparación con el 13% de los latinos y el 11% de los blancos.
Pero el cambio provocado por el virus en las creencias de los estadounidenses es ínfimo: apenas el 2% dice que no creía antes en Dios y cree ahora y menos del 1% dice que creía antes y que no cree ahora.
Desde que la mayoría de los templos suspendieron los oficios con presencia de feligreses para proteger la salud pública, los creyentes recurrieron a los servicios en línea o a la asistencia en sus autos para testimoniar su fe. Los que tienen filiación religiosa participan habitualmente de oraciones: el 57% dice que lo hace al menos una vez por semana desde marzo, igual que desde antes de la pandemia.
El 82% de los estadounidenses dice que cree en Dios y el 26% dice que su fe o espiritualidad se ha fortalecido como resultado del brote. El 1% dice que se ha debilitado.
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