Ayer hablamos sobre el primero de los cinco factores que influyen en tu identidad. Todos hemos sido hechos maravillosamente complejos y llenos de defectos, y hasta que sepamos quiénes somos — incluyendo nuestros defectos — no podemos hacer los cambios en nuestras vidas que producirán una verdadera transformación.
Tus conexiones son el segundo factor que influye en tu identidad. Tus conexiones dan a tu propósito de vida, significado e identidad. Si creciste con relaciones disfuncionales, entonces cuestionarás tu propósito y lucharás con la identidad.
En Marcos 12:30-31, Jesús dijo que las cosas más importantes que debemos hacer son amar a Dios y amar a otras personas. La vida no es acerca de tus logros o adquisiciones, tu popularidad o prestigio. Se trata de lo bien que amas.
Hay tres problemas que nos impiden amar plenamente como Dios quiere:
- Todos somos imperfectos. No hay relaciones perfectas porque no hay personas perfectas.
- El pecado nos desconecta. Adán y Eva se desconectaron de Dios y por primera vez rompieron la relación con Dios. Desde entonces, hemos estado excusando y acusando a las personas que amamos.
- Cuanto más desconectados estamos, más miedo tenemos. Anhelamos la intimidad, pero tememos la vulnerabilidad. Ansiamos la aceptación, pero tememos el rechazo.
Eres un producto de tus relaciones. Estudio tras estudio demuestra que nuestra identidad está determinada en gran medida por lo que pensamos que las personas más importantes en nuestras vidas piensan de nosotros. Por eso debes asegurarte de que Jesús sea la persona más importante en tu vida, porque Él te amará incondicionalmente.
Todos tenemos diferentes conexiones: algunas saludables, otras enfermas. Es importante tener conexiones saludables porque desempeñan un papel tan importante en la determinación de tu identidad. Las personas con relaciones sanas no tienen que preguntarse, “¿Es importante mi vida?”.
Puede que no hayas tenido ni voz ni voto en lo que te tocó en la vida. Pero Dios envió a su Hijo como tu Salvador para transformar tus “cartas” en una mano ganadora. Independientemente de las conexiones que hayas hecho en la vida, sean buenas o malas, hoy serás responsable de lo que hagas con tus conexiones.
¿Dejarás que Dios afecte tus conexiones? ¿Confiarás en Él para tu futuro a pesar de un pasado difícil? ¿Cultivarás, protegerás y construirás relaciones para que Dios sea glorificado más plenamente en tu vida?
Decide hoy construir relaciones saludables con la ayuda de Dios.
Mañana veremos tanto el tercer como el cuarto factor que influye en nuestra identidad: las circunstancias y la conciencia.
Reflexiona sobre esto:
- ¿Cómo permites que Dios afecte tus conexiones y relaciones?
- ¿Como seria confiar en Dios tu futuro a pesar de un pasado difícil?
- ¿Cómo puedes cultivar, proteger y construir relaciones en las que Dios sea plenamente glorificado en tu vida?
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