Tres veces campeón de Europa con el Ajax, fue titular en las Copas del Mundo de 1974 y 1978, donde Holanda sólo cayó las finales.
Wim Suurbier, campeón de tres Copas de Europa con el Ajax (1971-1973) y dos veces finalista con Holanda en la Copa del Mundo (1974, 1978), falleció el domingo a los 75 años en Amsterdam, tras no poder superar las complicaciones derivadas de un derrame cerebral sufrido el 25 de abril. Las fantásticas capacidades ofensivas del internacional holandés, imprescindible en los planes de Rinus Michels, le valieron para ser considerado como uno de los primeros laterales modernos.
Desde el flanco derecho, Suurbier sorprendía con la velocidad de sus incursiones y la precisión de sus centros, por lo que fue uno de los primeros zagueros europeos en seguir el camino marcado por Djalma Santos o Carlos Alberto, grandes figuras de Brasil en las dos anteriores décadas. Entre 1964 y 1977 disputó 509 partidos con el Ajax, con quien asimismo conquistó una Copa Intercontinental (1973) y dos Supercopas de Europa (1973 y 1974).
Una de sus actuaciones más destacadas con la camiseta ajacied llegó en la final de la Copa de Europa de 1972, disputada en Rotterdam ante el Inter de Milan (2-0). Sus continuas incorporaciones, ayudando a Sjaak Swart, se coronaron con una asistencia a Cruyff.
EXCESOS NOCTURNOS
Tras 14 temporadas en el club de su corazón, defendió los colores del Schalke 04 y el Metz. También probó fortuna en Hong Kong y Estados Unidos, donde se convirtió en uno de los pioneros del soccer, en las filas de Los Angeles Aztecs y los Golden Bay Earthquakes. En 1987, a los 42 años, dejó el fútbol profesional.
El carácter expansivo de Suurbier y su pasión por la vida nocturna le granjearon numerosos problemas fuera del césped. La prensa holandesa solía recordar su amistad con George Best, el gran bon vivant del fútbol británico, con quien regentaba un famoso club en Hermosa Beach (California).
Durante sus 60 partidos con la selección oranje, donde compartió vestuario con figuras de la talla de Johan Cruyff, Wim van Hanegem, Johnny Rep, Johan Neeskens o Robert Rensenbrink, a Suurbier sólo le quedó el regusto amargo de las finales perdidas ante Alemania en Múnich (2-1) y Argentina en Buenos Aires (3-1 tras prórroga).
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