La gasolina que estaría distribuyendo Petróleos de Venezuela (Pdvsa) en Caracas sería de 79 octanos, no de 91 o 95, como se producía previamente. Esta situación generaría diversas consecuencias en los vehículos de los consumidores que, supuestamente, pagan por combustible de buena calidad.
El periodista Johan Álvarez, director de Punto de Corte, realizó una publicación en Twitter donde se observa cómo se emplea un aparato para medir el octanaje de la gasolina que surten en las estaciones de servicios de la capital. Impresionantemente, el combustible sería de 79 octanos y se puede intuir que este carburante sea semejante al que se está distribuyendo al todo el país.
“De 79 octanos es la gasolina que se está distribuyendo en Caracas para no decir todo el país, porque es obvio... Normalmente en Venezuela se producía gasolina de entre 91 y 95 octanos”, expuso el comunicador.
Álvarez indicó que es imposible conocer si la gasolina de 79 octanos es la que se produce en Venezuela o la que se importante desde Irán. Pero, igualmente, generará problemas en los vehículos de los usuarios, más allá de la procedencia del combustible.
Después de años de la falta de inversión en las refinerías venezolanas, un grave desabastecimiento de gasolina afectó al país. Por ende, el régimen de Nicolás Maduro tuvo que acudir a Irán, su fiel aliado, para importar carburantes.
No obstante, parece ser que el remedio fue peor que la enfermedad, dado que los usuarios denunciaron carros accidentados, pistoneos e inyectores obstruidos. Es decir, presuntamente, la polémica gasolina iraní no sería de la mejor calidad.
Consecuencias de gasolina de 79 octanos
Álvarez apuntó que el bajo octanaje de la gasolina sería la causante del pistoneo del carro o la falta de potencia del vehículo. Además, el combustible, el cual ahora cuesta 0,5 dólares por litro, se consume más rápido.
“No hay forma de saber si esta gasolina es iraní o de producción local, pero cualquiera que sea, es de bajo octanaje y usted tiene razón al decir que su carro pistonea, pierde potencia en subidas y que la gasolina se consume más rápido, no es un mito” explicó.
Trabajadores petrolero indicaron que la gasolina iraní era de 87 octanos y surgieron las preguntas sobre la capacidad del parque automotor venezolanos de poder emplear ese carburante.
Un reportaje de El Pitazo indicó que los motores tienen determinado el octanaje que necesitan para operar, por lo que uno menor provocaría daños. Por ende, averías en el motor y mayor consumo de gasolina, que desencadenará en más gasto de dinero, serían las consecuencias de emplear el combustible de 79 octanos.
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