A José Cafasso se le llamó 'el padre de la horca' por los 68 condenados a quienes asistió en el último tramo de su vida y 'el consejero de los inciertos' por sus horas de confesionario
No hay mejor detalle que acordarse del día en que cada persona celebra su santo, siguiendo así la tradición según la cual la Iglesia Católica rinde homenaje a un persona de suma importancia para su religión. Y el 23 de junio en el santoral católico es el turno de San José Cafasso, presbítero que se dedicó a la formación espiritual y científica de los clérigos, así como a reconciliar con Dios a los presos y a los condenados a muerte.
Nacido el 15 de enero de 1811 en Castelnuovo Don Bosco, que entonces se llamaba Castelnuvo d'Asti, renunció a la carrera eclesiástica y se instaló en un convento sacertodal en Turín, donde pasó de alumno a maestro de teología moral y aprendió a vivir su espiritualidad de manera austera. Pero lo que comenzó como un propósito personal, terminó siendo la ocasión para su apostolado.
A José Cafasso se le llamó 'el padre de la horca' por los 68 condenados a la pena capital a quienes asistió en el último tramo de su vida y 'el consejero de los inciertos' porque dedicó incontables horas de confesionario en las que aconsejó tanto a personas importantes como a sencillas que buscaban consuelo en el representante de Dios. No se le debe confundir con San José, el padre de Jesús, cuyo día se celebra el 19 de marzo. Además del citado, cada 23 de junio se rinde homenaje a estos otros santos y beatos:
- Santa Agripina de Roma
- San Bilio de Dariórigo
- Santa Ediltrudis de Eli
- Santo Tomás Garnet
- San Walhero
- San Zenas de Filadelfia
- San Zenón de Filadelfia
- Beato Lanfranco de Pavía
- Beata María de Oignies
- Beata María Rafaela Cimatti
- Beato Pedro Jacobo de Pésaro
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