¿Por qué no nos dejamos de sufrimientos, de ignorancia e infelicidad?
¿Cómo pueden ser dichosos y felices los seres humanos?
EL SUFRIMIENTO PUEDE DARTE muchas cosas que no te da la felicidad. Aún más; la felicidad te quita muchas cosas.
La felicidad te quita todo lo que has tenido, todo lo que has sido; la felicidad te destruye.
El sufrimiento nutre tu ego, y la felicidad es fundamentalmente un estado en el que no existe el ego.
En eso radica el problema, el quid de la cuestión. Por eso les resulta tan difícil a las personas ser felices.
Por eso hay millones de personas en el mundo que tienen que vivir en la desdicha..., que han decidido vivir en la desdicha.
Proporciona un ego muy cristalizado. Desdichado, eres. Feliz, no eres. En la desdicha se produce la cristalización; en la felicidad te difuminas.
Si se comprende esto las cosas resultan muy claras.
La desdicha te hace especial.
La felicidad es un fenómeno universal, no tiene nada de especial.
Los árboles son felices, como son felices los pájaros y los demás animales.
La existencia entera es feliz, salvo el hombre.
Al ser desdichado, el hombre se convierte en algo muy especial, extraordinario.
Con la desdicha puedes llamar la atención de la gente.
Siempre que estás triste te hacen caso, te quieren, te comprenden.
Todos cuidan de ti. ¿Quién querría hacerle daño a una persona desdichada? ¿Quién envidia a una persona desdichada? ¿Quién quiere ser hostil hacia una persona desdichada? Sería demasiado ruin.
A la persona desdichada la atienden, la cuidan, la quieren.
La desdicha supone una gran inversión.
Si la mujer no es desgraciada, su marido tiende a olvidarse de ella.
Si es desgraciada, el marido no puede permitirse faltar a sus deberes.
Si el marido es desgraciado, su mujer, los hijos, toda la familia, todos los que lo rodean se preocupan por él; es un gran consuelo.
Sientes que no estás solo, que tienes familia, amigos.
Cuando estás enfermo, deprimido, los amigos vienen a verte, para consolarte, para animarte. Cuando eres feliz, esos mismos amigos te envidian.
Cuando eres realmente feliz, descubrirás que el mundo entero se vuelve contra ti.
A nadie le gustan las personas felices, porque esas personas hieren el ego de los demás.
Los demás piensan: «Conque tú eres feliz y los demás seguimos arrastrándonos en medio de la oscuridad, el sufrimiento, el infierno.
¿Cómo te atreves a ser feliz mientras nosotros sufrimos tanto?». El mundo está formado por personas desdichadas, y nadie tiene el valor necesario para dejar que el mundo entero se ponga en su contra; es demasiado peligroso, demasiado arriesgado.
Es mejor aferrarse al sufrimiento, para seguir formando parte de la masa.
Feliz, eres un individuo; desdichado, formas parte de una multitud: hindú, musulmana, cristiana, india, árabe, japonesa. ¿Feliz? ¿Sabes qué es la felicidad? ¿Es hindú, cristiana, musulmana?
La felicidad es simplemente felicidad. Te transporta a otro mundo. Se deja de formar parte del mundo creado por la mente humana, se deja de formar parte del pasado, de la terrible historia.
Se deja de formar parte del tiempo. Cuando eres realmente feliz, dichoso, el tiempo desaparece, y también el espacio.
OSHO
ALEGRÍA
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