sábado, 29 de abril de 2023

Este es el pueblo milenario al que, para entrar, hay que pagar y... desnudarse

 El Fonoll, una aldea situada en una finca privada en la provincia de Tarragona, es un aclamado destino para practicar el naturismo.

Panorámica de El Fonoll.
Panorámica de El Fonoll.Fotos: El Fonoll

En el interior de Tarragona, aislado entre suaves colinas y rodeado de frondosos bosques, se encuentra El Fonoll, un pueblo ancestral, cuyo origen estaría entre los siglos X y XII, que hoy es un aclamado destino en España para los amantes del naturismo. Después de dos años complicados por la pandemia, la diminuta villa enclavada en una finca privada de 200 hectáreas, en el municipio de Pasanant, vuelve a la normalidad y a recibir a los turistas. "Por fin estamos abiertos al cien por cien y ya ha empezado a venir gente de Francia y Holanda", dice Núria Espinal, propietaria del complejo.

A finales de los 90, su marido Emili Vives y ella compraron en esta zona del corazón de Cataluña los terrenos, que incluían el poblado. Los siete edificios de piedra que lo forman (más una iglesia milenaria en buen estado) estaban totalmente derruidos, pero ellos y sus cinco hijos, que practican desde siempre el nudismo, decidieron rehabilitarlo poco a poco y convertirlo en un destino naturista al que los interesados fueran expresamente, ya que no es un lugar de paso y llegar a él tampoco es fácil. Desde el primer momento suscitó gran curiosidad, según Núria, y, en la actualidad, además de ellos, viven allí todo el año otras 30 personas.

De junio a octubre es cuando más gente se congrega en este lugar (pueden llegar hasta 100 personas), que cuenta con unos 12 apartamentos de alquiler (entre 40 y 67 euros/noche), además del albergue (desde 11 euros/día) con sitio para 30 personas y la zona del camping, donde se puede acampar en tienda (desde 6 euros/día) o en caravana (desde 11 euros/día). Cualquiera puede visitar El Fonoll, pero para ello es obligatorio cumplir ciertos requisitos: el primero, pagar la entrada (desde los 4 euros por el día hasta los 7,50 euros si se va a pasar la noche o los 51 euros del bono anual) y el segundo, convivir en desnudo integral desde que se entra hasta que se sale del pueblo. "Abrimos todo el año. Es un pueblo normal y corriente pero tiene unas reglas naturistas que hay que cumplir si se quiere venir", asegura Núria.

Cartel en la entrada del pueblo.
Cartel en la entrada del pueblo.Sergi A. A./@sergi.81

Además del nudismo (cualquier pieza de abrigo o para protegerse del sol en horas punta está admitida, pero ni bañadores ni ropa interior), otras normas establecidas son: ser respetuoso con las creencias e ideologías políticas, sociales y religiosas de los demás; sólo se puede fumar en los espacios privados (habitaciones, tiendas, caravanas..); no se pueden hacer fotografías sin permiso de la dirección o respetar el entorno, la fauna y la flora.

VIDA Y ACTIVIDADES SOSTENIBLES

Los que visiten El Fonoll se van a encontrar con un pueblo ecológico y sostenible, donde las gallinas, las cabras y los burritos campan a sus anchas. No les llegan los cables eléctricos, así que la luz y todo lo relacionado con ella se consigue a través de los paneles solares. El agua se obtiene de una fuente natural, que llena la balsa, ideal para bañarse en verano, y riega los múltiples huertos y árboles frutales que hay plantados en el recinto (almendros, nogales, pistachos...). La cobertura móvil es mínima, para conseguirla es necesario alejarse del pueblo, y tampoco hay wifi (sólo disponible bajo demanda en un área pequeña en el centro de la localidad y máximo cinco minutos). Sí hay un teléfono público. En la tienda se puede conseguir una amplia gama de productos frescos y envasados, incluidos vinos de producción local y alimentos artesanales, pero ésta se abre a petición.

El merendero.
El merendero.

El Fonoll es ideal para los que quieran unas vacaciones para desconectar y llevar una vida tranquila en conexión con la naturaleza. Pero si se necesita algo más que leer, cuidar del huerto o tomar el sol en la balsa de agua, hay también multitud de actividades para hacer, siempre desnudos, claro. Entre ellas, comer en el restaurante un buffet vegetariano (abierto a partir de julio), hacer barbacoas en la zona del merendero, practicar tiro con arco, ping-pong, voleibol, fútbol o bádminton con equipos disponibles para su uso, relajarse en la sauna solar o con un masaje, darse baños de barro, clases de yoga, leer en la biblioteca... Además, todos los domingos se hace la paella vegetal comunitaria, en hoguera de leña, una institución en El Fonoll a la que se puede unir todo el que quiera (10 euros/persona) y ayudar en su cocinado desde las 13 h.

El maravilloso entorno natural de El Fonoll es también perfecto para hacer excursiones. La finca tiene unos 20 km de pistas (no señalizadas) entre bosques y valles que merece la pena descubrir. Las rutas guiadas y gratuitas se organizan casi todos los días y duran alrededor de una hora (en verano suelen comenzar a las 19 h.). Más información aquí.

Los que quieran conocer algo más la región, no tienen más que ponerse de nuevo la ropa, coger el coche y acercarse a los hermosos e históricos pueblos vecinos, como Guimerà, una preciosa villa medieval a sólo 7 kilómetros al noroeste de El Fonoll, el Balneario de Vallfogona, construido alrededor del río Corb en el siglo XIX con fuentes de agua mineromedicinal, Forés, en la cima de una colina que corona un castillo y un mirador con vistas panorámicas de la Conca de Barberà, o Vallbona de les Monges y su gran complejo monástico, un cenobio cisterciense femenino fundado en el siglo XII.

Datos de interés:

Lugar: Camí al Fonoll, Fonoll, Tarragona; teléfono: 977 266 003.

Más información y reservaswww.elfonoll.cat

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