POR RICK WARREN — AGOSTO 30, 2023
“Gocémonos con los que se gozan y lloremos con los que lloran”. Romanos 12:15 (RVC)
La Biblia nos dice “gocémonos con los que se gozan y lloremos con los que lloran” Romanos 12:15 (RVC). ¿Has notado que la segunda parte de la oración es fácil, pero la primera parte puede ser verdaderamente difícil?
Cuando alguien está teniendo un tiempo difícil, es fácil sentir simpatía. Es fácil alentar las personas cuando se encuentran desanimadas. Pero lo que a veces no podemos soportar es que la persona reciba un ascenso. No somos muy buenos para manejar el éxito de otras personas. En vez de regocijarnos en ello, lo resentimos. De hecho, deseamos que sucedan malas cosas a las personas, porque de alguna forma pensamos que si apagamos las velas de los demás, las nuestras brillarán con más intensidad.
Hay suficiente Gracia de Dios para todos. Si Dios quiere dar a otros la misma cantidad, ¿qué importa? Ni siquiera debería de estar preocupado de lo que Él le quiere dar a otras personas. Debería estar preocupado de lo que yo estoy haciendo con lo que se me ha dado.
Déjame que te explique algo sobre la envidia. La envidia ocurre cerca de ti. Ocurre en tu relación con las personas que te rodean. Normalmente no envidias a la gente con la que no te relacionas. Puedes tener una especie de adoración de ídolo que dice: “Ojalá fuera como esa super estrella”. Pero en realidad no es tan irritante como la gente más cercana a ti. Esas son las personas en las que más te cuesta ver el éxito: tu familia y tus amigos.
La envidia es un mal insidioso. Devalúa a los otros, destruye relaciones, y te hace miserable. Está escondida, pero es destructiva. Provoca que te pierdas momentos muy felices.
Te hubiera gustado estar casado, pero no lo estás. O estuviste casado, pero se terminó. Ahora odias las bodas. Cuando recibes una invitación a una boda comienzas a resentir. No te gustan las bodas. porque piensas que cuando la vela de otro está brillando, apagará la tuya. Estás equivocado.
Disfrutarás mucho más de la vida si aprendes a gozarte del éxito de las demás personas. Si solamente eres feliz cuando las cosas van bien para ti, serás miserable la mayor parte de tu vida, porque las cosas no siempre irán bien para ti, ni para nadie más. Pero si aprendes a alegrarte del éxito de otras personas y disfrutas de la celebración de otros, puedes estar feliz todo el tiempo.
La Biblia dice en 1 Corintios 13:4, “El amor no tiene envidia”. La envidia es la cosa menos amorosa que puedes hacerle a alguien. El amor no es envidioso.
El amor celebra la bondad de Dios para con otros.
Reflexiona sobre esto:
- ¿Quiénes son las personas a las que llamas cuando quieres celebrar algo bueno en tu vida? ¿Eres ese tipo de amigo para los demás?
- ¿Cómo has visto que la envidia destruye una relación?
- ¿De qué manera tiende la envidia a colarse en nuestros corazones? ¿Qué puedes hacer para evitar que se apodere de tu corazón?
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