POR RICK WARREN — NOVIEMBRE 28, 2023
“Si ustedes… saben dar buenos regalos a sus hijos, cuánto más su Padre celestial dará buenos regalos a quienes le pidan”. Mateo 7:11 (NTV)
Dios creó todo. Todo lo que ves y todo lo que no puedes ver. Todo en la Tierra y en el universo. Dios es la fuente de todo bien. Y puedes confiar en Él.
Mientras dependes de Dios para que sea tu fuente para todo, recuerda cuatro verdades.
Todo lo bueno es un regalo de Dios. No ganaste nada. Todo es un regalo de la gracia de Dios. Si Dios no quisiera dártelo, no lo tendrías.
La Biblia dice: “Todo lo que es bueno y perfecto es un regalo que desciende a nosotros de parte de Dios nuestro Padre, quien creó todas las luces de los cielos” Santiago 1:17 (NTV). Es por eso por lo que la tercera frase del Padre Nuestro comienza con la palabra “dar”—“El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy” Mateo 6:11 (RVR1960). ¿Por qué? Porque no puedes ganar las cosas que Dios te da, son regalos de Él.
No hay nada que necesites que Dios no pueda proveer. No sabes lo que necesitarás mañana o el resto de este año. Pero sea lo que sea, Dios tiene el poder para suplirlo.
La Biblia dice en Filipenses 4:19: “Y este mismo Dios quien me cuida suplirá todo lo que necesiten, de las gloriosas riquezas que nos ha dado por medio de Cristo Jesús” (NTV). “Las Gloriosas Riquezas” significa que Dios es generoso con lo que provee. Tiene recursos ilimitados.
Dios quiere darte todo lo que necesitas. Mateo 7:11 dice: “Si ustedes… saben dar buenos regalos a sus hijos, cuánto más su Padre celestial dará buenos regalos a quienes le pidan” (NTV). Hace feliz a Dios satisfacer todas tus necesidades.
Dios te está esperando. Si tienes necesidades en tu vida que no estás recibiendo, ¡es posible que Dios esté esperando que las pidas! El problema no es que Dios no quiera suplir tu necesidad; el problema podría ser que no le hayas pedido que lo haga. Santiago 4:2 dice: “No tienen lo que desean porque no se lo piden a Dios” (NTV).
¿Con qué o con quién has estado contando para suplir tus necesidades? Si es algo que no sea Dios, cámbialo hoy. Confía en Dios como tu fuente para todo.
Reflexiona sobre esto:
- ¿Dónde buscas que se suplan tus necesidades?
- Cuando no le pides a Dios de inmediato que supla una necesidad específica, ¿cuál es tu razón habitual para esperar?
- ¿Cómo puedes ser más consciente de cómo Dios está supliendo tus necesidades y respondiendo tus oraciones?
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