Los mejores regalos son eternos e impactan a generaciones.
¿Qué quiere dejar usted a sus seres queridos? Tal vez sea dinero o reliquias familiares, como un collar valioso o una fotografía muy especial. Pero si usted ha aceptado a Cristo como Salvador de su vida, tiene algo mucho más valioso. Lo material puede gastarse o perderse, pero la fe —lo que cree acerca de Jesucristo— es precioso y eterno.
Decidir seguir a Cristo es una decisión personal, una que usted no puede tomar por nadie más. Sin embargo, por medio de sus palabras y acciones, puede guiar con amor a otros al Padre celestial. En los próximos días veremos tres maneras en que usted puede compartir su fe.
La primera es compartir lo que usted mismo ha aprendido y practicado. Por ejemplo, puede decirles a los demás que...
DIOS NOS DARÁ DIRECCIÓN. “Lámpara es a mis pies su palabra, y lumbrera a mi camino” (Sal 119.105).
DIOS PROVEERÁ PARA NUESTRAS NECESIDADES, por medio de sus inagotables riquezas (Fil 4.19).
DIOS NOS CAPACITARÁ Y FORTALECERÁ, pase lo que pase. Él es un amigo más unido que un hermano (Pr 18.24).
DIOS ES EL DUEÑO DE TODO, y nosotros somos sus fieles administradores.
¿Qué principios bíblicos está usted transmitiendo a los demás? ¿Hay algo que agregaría a la lista anterior?
Biblia en un año: Hechos 1-2
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