En este mundo cambiante y acelerado en el que vivimos, la innovación es parte fundamental de las empresas, sobre todo las enfocadas en crear productos y servicios tecnológicos. Sin embargo, muchas veces las ideas no resultan tan atrayentes para los usuarios y terminan convirtiéndose en grandes fracasos.
En ese sentido, nos dimos a la tarea de buscar los fracasos tecnológicos más sonados este año, los cuales presentamos a continuación.
Spectacles
Snap, la multinacional norteamericana propietaria de la conocida aplicación de mensajería efímera Snapchat, lanzó a finales del año pasado (2016), Spectacles, unas gafas que permiten, gracias a una cámara incorporada en su montura, grabar secuencias de vídeo de hasta 10 segundos de duración o tomar fotografías en una visión circular y, cómo no, compartirlas en tu perfil.
Su precio, de 129 euros, fue un aspecto controvertido. Al final, el resultado ha sido menor de lo esperado: menos de un 1% de los usuarios de Snapchat adquirieron las Spectacles. Fracaso absoluto, máxime a que se quedaron miles de gafas durmiendo en los almacenes de la compañía dispuestas a ponerse en la cara a alguien.
Magic Leap
Un proyecto innovador sobre la tecnología de realidad aumentada, se ha encontrado con muchos problemas para salir adelante. Se ha convertido, de hecho, en una máquina de trocear dinero. Un caso de esos extraños de una empresa valorada en 4.000 millones de dólares y cuyo producto no tiene una versión comercial definitiva.
Pero esta empresa demuestra ser otro de los muchos indicadores de la industria de la innovación que se basan en las expectativas para atraer a los inversores, sobre todo, cuando se refiere a tecnologías calientes y en auge como los contenidos inmersivos. Hasta la fecha, ha recaudado 1.390 millones de dólares (1.309 millones euros) en capital riesgo y está valorada en 4.500 millones de dólares (4.000 millones de euros).
A principios de año se filtró una imagen del «gadget» que distaba mucho de ser funcional y atractivo. Recientemente, sí trascendió el supuesto nombre de las gafas de realidad mixta, One, aunque todos los avances obtenidos están envueltos en un extraño halo de misterio. Los nuevos planes sitúan un lanzamiento para el próximo año. Por ahora, lo ponemos en la lista de posibles.
Yahoo!
La firma norteamericana Yahoo ha certificado este año su muerte.Si el pasado año se anunciaban dos brechas de seguridad, una en septiembre y otra por estas mismas fechas, por las que se temía por hasta 500 millones de cuentas, el mayor «hackeo» de la historia reciente fue más terrible de lo que se creía en un primer momento. En octubre de este año se reveló que se comprometieron todas las cuentas del gestor de correo electrónicos, es decir, afectó a mil millones de perfiles.
Lo peor no fue eso, sino que la propia compañía tardó años en darse cuenta. Esas acciones mancharon la imagen de la empresa y perjudicaron la operación por la cual el núcleo de Yahoo fue comprado por el grupo de telecomunicaciones Verizon, que integró ese negocio a un consorcio bajo el nombre de Oath. Mintió, y eso es difícil de perdonar.
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Samsung Bixby
Estaba llamado a romper la hegemonía de Siri y Google Assistant en la batalla de los asistentes virtuales por voz. Para lograrlo, Samsung, su empresa desarrolladora, iba a mejorar su comportamiento con modelos basados en Inteligencia Artificial, fruto de la compra de la «startup» Viv, fundada por los creadores de Siri- y con la posibilidad de utilizarse en segundo plano. Lo tenía todo para triunfar, máxime a que había planes para que el software, además, fuese la columna vertebral de sus dispositivos en el futuro.
Pero debutó con mal pie, con funciones limitadas y solo «entendiendo» el inglés. Llegó, más tarde, a varios idiomas, entre ellos el español. Pero los planes se truncaron en el momento en el que no se logró que iniciara su andadura con el dispositivo Galaxy S8, lanzado en abril. Tuvieron que pasar hasta tres meses para que se pudiera utilizar, y solo en el mercado norteamericano.
Estaba previsto que Bixby tuviera un lugar especial en toda la arquitectura del terminal, por lo que los ingenieros destinaron un botón físico para poder invocarlo fácilmente. El problema se agrandó en el momento en que la firma surcoreana, que en la actualidad tiene una segunda oportunidad con una versión mejorada del sistema, permitió a los usuarios desactivar aquel botón físico. El resultado, un lanzamiento decepcionante.
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