El Comisionado Rob Manfred sigue probando ideas para eventualmente aplicarlas en las Grandes Ligas, en caso de funcionar. La Liga del Atlántico es el laboratorio a partir de esta semana
Por Ignacio Serrano
ElEmergente.com
El nuevo experimento del Comisionado Rob Manfred acaba de comenzar esta semana en la Liga del Atlántico, el principal circuito independiente de Estados Unidos. Si funciona allí, el próximo sitio donde lo veamos pudiera ser la MLB.
Las Grandes Ligas y autoridades del Atlántico firmaron a comienzo de año un acuerdo de sociedad, gracias al cual esa reunión oriental, torneo que reúne a muchos antiguos grandeligas y no pocos venezolanos, se convierte en el laboratorio de pruebas de las Mayores. Lo que se aplique allá y resulte atractivo, pasa a consideración de la gran carpa.
Este miércoles comenzó el uso de umpires robóticos. O si se quiere, el uso de la tecnología para que los jueces decreten bolas y strikes.
Brian deBrauwere fue el primero en conectarse a un iPhone que a su vez está conectado a los radares que calculan la zona buena y por dónde pasan los envíos. Así, con cada lanzamiento el árbitro levanta la mano derecha o no, pero luego de escuchar lo que le dice la computadora.
El estreno de esta modalidad ocurrió nada menos que en el Juego de Estrellas de la Liga de Atlántico.
“Hasta que podamos confiar en este sistema al 100 por ciento, todavía tengo que estar allí con la intención de corregir errores, porque si el sistema falla, no me avisa o si registra como strike un pitcheo a 30 centímetros de la zona, debo intervenir”, declaró deBrauwere a la agencia The Associated Press. “Tengo que estar preparado para corregir lo que sea necesario”.
Es la misma tecnología que permite ver el recorrido de los envíos en las transmisiones de TV o en el Game Day por internet.
Manfred aclaró que, de ir bien en el circuito independiente, posiblemente sea probado luego en las Menores.
Probablemente sea lo mismo con el robo de primera base, cuya implementación en la segunda mitad de campeonato de la Liga de Atlántico comienza esta semana, reveló el diario New York Post.
La regla es muy sencilla y no significa que el bateador pueda salir corriendo a la inicial en cualquier momento, lo que, por cierto, sería una locura y estaría destinado a ser puesto out con casi total seguridad. La idea es más bien aplicar a todos los lanzamientos la regla del tercer strike que el catcher no pueda controlar.
Si un pitcheo es descontrolado o no es manejado por el receptor, como si se tratara de un wild o un pasbol, el toletero podrá salir en tromba hacia la primera almohadilla, sin importar la cuenta en que esté. Si llega a salvo, es robo y se pone en circulación. Si no lo hace, es decretado out.
No está claro si esa última opción, además de anotarse aparición en el plato, se anotará como turno fallado o simplemente out robando. Porque quien llegue safe ya sabe qué obtendrá: una estafa de la inicial.
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