Si cuesta creer en otras partes del país (menos pueden hacerlo en el exterior) el estado crítico en el que se encuentra Maracaibo, trate de imaginar cómo se siente el hijo de esta tierra de vivir en inhóspitas condiciones: con apagones interminables, una sequía extrema, basureros improvisados, extenuantes colas en gasolinera y con un primitivo transporte.
Maracaibo, la tierra con el calor más agotador que se siente en Venezuela, es a sus 490 años una ciudad apagada, con negocios cerrados y desde marzo para acá con un ronco zumbido que raya en la desesperación por la cantidad de plantas eléctricas que han debido comprarse para poder medio vivir y medio trabajar.
Sea o no por robo de cableado o fibra óptica comunicarse o navegar en internet es una odisea: las llamadas no caen, los mensajes llegan con demasiado retraso y abrir varias páginas en la web le puede llevar más minutos de lo habitual.
Con los acordes de "Maracaibo marginada", en la siempre presente voz de "El Monumental" Ricardo Aguirre González, desde PANORAMA acompañamos a la ciudad y a sus hijos en sus angustias... Un pueblo noble /Y creyente fe reclama / Y entristece la penumbra /En su dolor / Casi se esconde de su sol / Como apenado / por el olvido en que se encuentra su región.
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