“Sé paciente y espera las obras del SEÑOR.” Salmo 37:7a (PDT)
Una de las razones por las que la gente lucha con el contentamiento es porque siempre estamos buscando explicaciones del por qué suceden las cosas en nuestras vidas. Nos asusta que Dios no nos ofrezca explicaciones. ¿Por qué no lo hace?
Porque te está probando. Él te está poniendo a prueba para ver si dejas ir el control y aprenderás a estar satisfecho, ya sea que lo explique o no.
Dios no te debe explicación de nada, y no lo entenderías, aunque te la diera.
Pero incluso si consiguieras una explicación, todavía no quitaría el dolor. No vas a saber por qué la mayoría de las cosas suceden hasta llegar al otro lado de la muerte.
Dios no va a darte una explicación, pero te pondrá a prueba.
Recuerdo cuando era un niño, que la única vez que nuestra aula en la escuela estaba en silencio era durante una prueba. El maestro diría: “¡No hablar! Tomen sus lápices y contesten la prueba. “Incluso el maestro se quedaría en silencio.
Cuando Dios está en silencio en tu vida, estás pasando por una prueba. Cuando no escuchas a Dios y lo sientes como a un millón de kilómetros de distancia, ¡eso es una prueba! El maestro siempre está en silencio cuando los estudiantes hacen una prueba. Cuando Dios está en silencio en tu vida, tu fe está siendo probada. ¿Dejarás ir el control, o te agarrarás más fuertemente? ¿Aprenderás a estar satisfecho?
Cuando estés pasando por un dolor esta semana o el próximo mes o este año, realmente no necesitas la explicación de Dios. Necesitas la presencia de Dios.
“Sé paciente y espera las obras del SEÑOR” (Salmo 37:7a PDT).
Reflexiona sobre esto:
- ¿Por qué estás enojado con Dios por algo no quieres admitir?
- ¿De qué manera Dios te está probando en este momento? ¿Cómo responderías?
- ¿Qué crees que Dios quiere que hagas mientras esperas pacientemente por él?
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