El cólera en Haití: superado pero no olvidado
El brote de cólera que comenzó en Haití en octubre del 2010 causó alrededor de 820.000 casos y 9.79 2muertes. Gracias al arduo trabajo que han realizado el gobierno y el pueblo de Haití, en asociación con la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y otros organismos, no se ha registrado ningún caso confirmado desde fines de enero del 2019. Ahora que el país está a punto de cumplir un año sin cólera, la enfermedad puede haber desaparecido, pero ciertamente no ha pasado al olvido. Este es el momento de actuar para que el cólera en Haití siga siendo un recuerdo lejano.
El cólera es una enfermedad de la inequidad.
Los casos y las muertes se concentran de manera desproporcionada entre los más pobres y vulnerables, que no tienen acceso a servicios de agua potable y saneamiento. Causa cuadros de diarrea y deshidratación tan graves que, en cuestión de horas, pueden llevar a una persona sana a la muerte. Mientras persistan enfermedades como el cólera, claramente no lograremos la meta de la salud universal ni avanzaremos en el eje central de la Agenda para el Desarrollo Sostenible. La muerte por cólera se puede prevenir con las herramientas que tenemos hoy en día. Se han establecido centros de atención primaria de salud en todo Haití con personal capacitado, tratando de salvar vidas por medio de la rehidratación y la atención adecuadas. Se han establecido mecanismos de vigilancia para detectar y responder a posibles brotes.
Además, hay una vacuna disponible, y la OPS/OMS puede movilizar lotes de la reserva mundial.
La detección temprana es clave. El proyecto Labomoto de la OPS/OMS facilita la labor sobre el terreno, puesto que permite que las enfermeras transporten rápidamente en motocicleta las muestras de los pacientes desde los centros de tratamiento a los laboratorios.
Gracias a esta iniciativa, en el 2019 se hizo la prueba de detección del cólera a 95% de los casos sospechosos.
Sin embargo, para garantizar que el cólera siga siendo un recuerdo lejano, también debemos acelerar la inversión en los servicios de agua potable y saneamiento adecuado. Además, mejorar la inocuidad de los alimentos fue un factor clave para controlar el brote del cólera que se registró en los años noventa en Perú y es un factor igualmente importante en Haití.
Garantizar el derecho a la salud de todas las personas, en todas partes, requiere un enfoque multisectorial que permita abordar muchos de los otros Objetivos de Desarrollo Sostenible. Garantizar el agua potable y el saneamiento es solo uno de los objetivos que determinarán si logramos alcanzar la meta de salud y bienestar universales.
Más de un tercio de la población (35%) carece de servicios básicos de agua potable; y dos tercios (65%) tienen servicios de saneamiento limitados o inexistentes.
Estas cifras se encuentran muy por debajo de los promedios regionales de 3% y 13%, respectivamente. Además, implican que, aunque el cólera por ahora esté bajo control, debemos responder colectivamente y permanecer alertas y listos para mantener esta situación y verificar su eliminación.
Solo podremos respirar tranquilos cuando todos en Haití tengan acceso a servicios de agua potable y saneamiento. También es esencial mantener la vigilancia epidemiológica y las pruebas de laboratorio, y se mantenga un mecanismo efectivo de respuesta inmediata, que incluya la vacuna oral contra el cólera.
Hemos llegado a este punto gracias a los enormes avances alcanzados, pero el proceso de documentar y verificar la eliminación requiere al menos dos años más.
Poco avance en agua potable
A pesar del progreso alcanzado, Haití sigue estancado con respecto al resto de América Latina y el Caribe en términos de acceso al agua potable y saneamiento.
La meta.
Juntos lograremos que el cólera sea superado.
La autora es directora de la Organización Panamericana de la Salud.
No hay comentarios:
Publicar un comentario