Tres meses después de que el cartel de los Guzmán tomase Culiacán para liberar a Ovidio, el heredero, la hermana de éste vuelve a hacer una demostración de impunidad.
Sinaloa es conocida mundialmente por ser el estado natal de uno de los imperios de la droga más importantes de las últimas décadas. Sus atractivos turísticos quedan completamente oscurecidos por el hombre que fundó el cártel: 'El Chapo' Guzmán. Su detención y posterior extradición a EEUU ha obligado ahora a sus descendientes a dar un paso al frente y demostrar al mundo que la organización sigue tan fuerte como siempre. Si antes preferían mantener un perfil bajo y esconderse en la sierra sinaloense, ahora no dudan en pasear tranquilamente por Culiacán, la capital del Estado; una ciudad que, en los últimos tres meses, ha comprobado la gran impunidad de la que siguen gozando los Guzmán.
El último caso se vivió el pasado 25 de enero en la catedral de Culiacán. Era una tarde soleada y tranquila que fue bruscamente interrumpida por un ejército de vehículos blindados. Según describió la escena la prensa local, varios hombres armados (y elegantemente vestidos) empezaron a evacuar los alrededores para después acordonar la zona con una cinta amarilla. Ante la presencia de los sicarios, pocos fotógrafos se atrevieron entonces a tomar imágenes de los distintos invitados que iban llegando; todos ellos debían pasar un estricto control de seguridad para ingresar al sitiado templo. La última en llegar fue Alejandrina Guzmán Salazar, hija del primer matrimonio de El Chapo y protagonista de un acto que iba a paralizar la ciudad.
Un sacerdote cercano a la familia, según describen varios medios locales, fue el encargado de oficiar el matrimonio entre Alejandrina y Édgar Cázares, miembro de una familia con fuertes vínculos con el cártel de Sinaloa. A su tía, Blanca Cázares, se la conoce popularmente como La Emperatriz del Narco y, según sostiene el gobierno de EEUU, es la operadora financiera de uno de los fundadores del cártel: El Mayo Zambada. Los detalles de cómo se conocieron los recién casados no han trascendido, pero varios medios apuntan a que la unión podría estar motivada por la necesidad de fortalecer los lazos entre las dos familias. Tras el acto religioso, el convoy de vehículos abandonó el centro de Culiacán para trasladarse hasta un lujoso salón de celebraciones conocido como Álamo Grande.
Los detalles de lo ocurrido en aquel lugar solo han podido conocerse gracias a las fotos y vídeos que ha filtrado en redes sociales una cuenta llamada Chicapicosa2. En ellas se puede ver el baile nupcial, posados de algunos de los invitados, así como el final de una fiesta que terminó con fuegos artificiales. Artistas como Julián Álvarez o José Manuel Figueroa amenizaron la fiesta con música en directo. En medio de este ambiente festivo, de elegancia y lujo, varios medios apuntan a que habría un invitado de renombre oculto entre la multitud. Una persona cuya detención provocó, hace tres meses, que el cártel de Sinaloa desplegara todo su arsenal para liberarlo: Ovidio Guzmán.
El incidente golpeó tanto a la capital de Sinaloa que ya ha pasado a conocerse como El Culiacanazo. Ovidio es uno de los 10 hijos reconocidos por El Chapo, fruto de su segundo matrimonio y, actualmente, lidera el cártel junto a sus hermanos Iván y Alfredo. La DEA solicita su extradición por considerarlo uno de los coordinadores logísticos de la entrada de cocaína a territorio estadounidense. Siguiendo esta petición de captura, el pasado 17 de octubre un pelotón del Ejército logró localizarlo y retenerlo en una lujosa mansión de Culiacán. Las horas posteriores convirtieron la ciudad en un escenario de guerra: cientos de sicarios sitiaron la ciudad tomando como rehenes a una veintena de soldados y atacando edificios donde viven las familias de los militares.
Abrumados por semejante despliegue de fuerza, el gobierno de López Obrador decidió entonces ceder a la presión del cártel de Sinaloa y liberar a Ovidio, ya que, de no hacerlo, según explicaron, la operación habría causado "al menos 200 muertos". Finalmente fueron solo ocho fallecidos y 16 heridos, aunque en medio del caos, 47 presos se fugaron de la cercana prisión de Aguaruto. Culiacán nunca había vivido una jornada semejante; la ciudad se quedó paralizada ante el violento despertar de una organización que, tras la detención de El Chapo, parecía sumida en un letargo del que despertó para liberar a Ovidio. Ahora, con la boda de Alejandrina, el mensaje que parecen querer enviar es otro: la vida sigue y la impunidad también.
A diferencia de sus hermanos, Alejandrina siempre ha buscado distanciarse de los negocios ilícitos de su padre. Cuando tenía 24 años se graduó como médico cirujana en la Universidad de Jalisco, aunque nunca llegó a ejercer. Actualmente posee negocios inmobiliarios, restaurantes y hasta una marca de ropa: El Chapo 701. Ésta última le proporciona gran rentabilidad en internet, donde los productos con el rostro estampado de su padre son todo un éxito.
CONDENADO MÁS ALLÁ DE LA MUERTE
El 17 de julio de 2019 el juez neoyorkino Brian Cogan anunció al mundo la sentencia a la que debía enfrentarse Joaquín Guzmán Loera por sus pecados: cadena perpetua más 30 años. El jurado le encontró culpable de 10 cargos por narcotráfico, entre ellos el de liderar el cártel de Sinaloa entre los años 1989 y 2014. 'El Chapo' aún puede apelar las sentencias, pero el camino judicial convierte su libertad en un imposible. Hoy, el caído capo cumple condena en una prisión de máxima seguridad en Colorado, conocida como el 'Alcatraz de las Montañas Rocosas', probablemente sabiéndose preso de por vida, pero con la tranquilidad de haber dejado en herencia un imperio criminal que ahora lideran sus descendientes.
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