Las canas son muy habituales y traen “de cabeza” a mucha gente. Una de las ideas más extendidas es que el estrés acelera su aparición, pero ¿es cierto? Aclaramos dudas.
Lo primero que debemos saber es que los melanocitos son las células encargadas de fabricar la melanina, es decir, de dar pigmentación a los cabellos. Con el paso de los años, esas células van “envejeciendo” y perdiendo su capacidad, por lo que el color del pelo va desapareciendo y van surgiendo canas. Sin embargo, no es el paso de la edad la única causa de las canas: hábitos de vida, genética y otros factores también influyen.
Canas y estrés
En algunas ocasiones, después de una situación altamente estresante o un duro revés anímico, el cabello se vuelve más canoso o, al menos, esa es la sensación que nos da, pero la causa científica de ello es compleja y controvertida. Se conocen historias como la de la reina consorte de Francia, María Antonieta de Austria, que se despertó el día que iba a ser ejecutada con todo el cabello blanco… ¿canas repentinas? En realidad, los expertos explican tal hecho como una alopecia areata, también conocida ya como el síndrome de María Antonieta, es decir, una caída brusca y repentina del cabello. Los primeros cabellos que se caen son los que tienen pigmento, los más oscuros y dejan visibles las canas que ya existían. Los expertos consideran que el estrés puede actuar como uno de los desencadenantes de esa patología.
Sin llegar a casos tan extremos, ¿se puede decir que el estrés produce canas? Pues sí y no. El estrés, como tal, no provoca canas, pero sí parece desencadenar una mayor caída del cabello denominada efluvio telógeno. El Doctor Howard Brooks, dermatólogo y director de SKIN: Cosmetic Dermatology Center en Washington, explicó a la CNN que esta patología provoca la caída del cabello y cuando esos cabellos vuelven a crecer, tienen menos pigmento, por eso son grises. De esto se extrae que el estrés contribuye, pero no es un desencadenante directo de las canas.
Fuente: miarevista.es
No hay comentarios:
Publicar un comentario