Considerada una de las grandes del género negro, la autora ha fallecido en Florida. Deja más de 50 novelas de misterio, todas ellas 'best-seller' mundiales
Mary Higgins Clark, en 2004. |
Madrid
Si el término no hubiera caído en desuso diríamos que este sábado ha muerto en Naples (Florida) la gran dama del crimen. Mary Higgins Clark ha fallecido a los 92 años tras haber escrito más de 50 novelas de misterio, todas y cada una de ellas rotundos best-seller, con las que ha vendido más de 100 millones de libros solo en Estados Unidos.
Vista la soltura con la que encadenaba una novela tras otra se podría pensar que su camino hacia el éxito fue sencillo. Nada más lejos de la realidad. A pesar de que enviaba relatos a revistas literarias desde muy joven no publicó su primera novela, Aspire to the Heaven, hasta los 41 años. El libro, una historia de amor entre George y Martha Washington fue un fracaso que no la apartó de la escritura. Tras enviudar a los 37 años y mientras encadenaba trabajos alimenticios para sacar adelante a su familia, Higgins Clark escribió el libro que cambiaría su vida. ¿Dónde están los niños?, publicado en 1975 por Simon and Schuster, que sería su editor durante toda su carrera, se convirtió en un éxito instantáneo. Había vendido los derechos por 3.000 dólares. Dos años después recibió un millón y medio por su segunda novela, Un extraño acecha (en español publicado, como gran parte de su obra, por Debolsillo). A partir de ahí, literatura y éxito la acompañaron hasta el fin de sus días: en noviembre de 2019 salió su último libro en Estados Unidos.
A los autores nos suelen preguntar ¿Cuándo decidió convertise en escritor? Y la respuesta, por supuesto, es que no decidimos nada
“A los autores nos suelen preguntar ¿Cuándo decidió convertirse en escritor? Y la respuesta, por supuesto, es que no decidimos nada. Alguien lo decidió por nosotros. Un hada llegó a mi cuna y me dijo: ‘Serás una narradora”, comentaba con sus lectores por Facebook, donde siempre fue muy activa. Nacida en el Bronx, Nueva York, en 1927 en el seno de una familia de origen irlandés, Higgins Clark supo dar un giro al género negro para que se abriera a otra dimensión. Sus protagonistas son casi siempre mujeres en graves problemas, gente corriente con quien las lectoras se identifican rápidamente. En ¿Dónde están los niños? Nancy Harmon es una joven casada cuya vida se derrumba cuando desaparecen sus dos hijos, su marido se suicida y ella se convierte en la sospechosa. El principal testigo desaparece y el caso es desestimado. Nancy rehace su vida, se casa y cuida de manera obsesiva de sus dos nuevos hijos. Hasta que desaparecen. El argumento sirve para ilustrar las virtudes de una escritora que supo abrirse un nuevo camino. A veces sus personajes caen en el tópico —sobre todo los villanos masculinos—, sus novelas recurren a un esquema parecido y pueden ser predecibles, pero su influencia en el género es enorme y la legión de autoras que han seguido sus pasos, lo reconozcan o no, es numerosa.
A finales de los años ochenta firmó un contrato para escribir varias novelas por una cifra que nunca se hizo pública, pero que no bajaba de 10 millones de dólares (9 millones de euros), algo inaudito. Escritora prolífica y trabajadora incansable, tiene numerosas obras más allá de sus 56 libros de misterio, ha escrito algún true crime para televisión, memorias y libros infantiles. Varias de sus historias han sido adaptadas al cine o la pequeña pantalla en producciones en las que se permitía algún cameo. Prueba de su incansable actividad creativa es su unión, pasados los 80 años, con su hija Carol, también escritora, para iniciar una serie de novelas en la que mezclaban los protagonistas de sus sagas.
Gran Maestra del Misterio de los premios Edgar Allan Poe, Higgins Clark era también muy popular fuera de su país. En Francia, por ejemplo, fue reconocida con el Gran Premio de Literatura Policial en 1980. En 2002 pudo resarcirse de su fracaso inicial cuando reeditaron Aspire to the Heaven con un título nuevo y se convirtió rápidamente en otro éxito de ventas. Ahora, con su muerte, sus libros volverán a lo más alto de unas listas que nunca abandonaron. La fórmula Higgins Clark sigue funcionando.
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