jueves, 27 de febrero de 2020

"¿Pero tú crees que un trapito puede parar un coronavirus de esos?"


Pánico, mercado negro, 'saqueadores' chinos y mucha picaresca en un recorrido por 12 farmacias de Madrid (y la Tienda del Espía) en busca de protección contra el coronavirus el día en que el Covid-19 llegó al fin a España (y no, no conseguimos comprar mascarilla)
Cartel de "No tenemos mascarillas ni geles" en la farmacia del número 112 de la calle de Serrano de Madrid, ayer por la tarde. OLMO CALVO
«¿Pero tú de verdad crees que un trapito puede parar un virus de esos?». Ni idea, yo soy periodista, ¿pero tiene mascarilla o no? «Qué va, no sabes los cabreos que se coge la gente cuando le decimos que no hay, ¡no tenemos desde hace mes y medio! Te dicen de todo...».
Buscando mascarilla desesperadamente. En busca de la mascarilla perdida. Mi reino por una mascarilla. Así está toda España. Histeria colectiva por cualquier cosa que sea (o parezca, como veremos) una mascarilla.
La quieren los médicos, muchos de los cuales (por ejemplo, en el Hospital Virgen del Rocío, que aloja a uno de los infectados) la tienen que llevar de casa. En un centro de salud de Barcelona , según ha podido saber este diario, se guardan en el armario de los opiáceos, y un facultativo del Clínico de Málaga fue pillado ayer in fraganti robando 300 para llevárselas «al pueblo». Le abrieron expediente.
La quieren también los policías: el sindicato CSIF se quejó ayer de que los agentes de Madrid no tienen. La quiere la vecina del quinto, «y no veas cómo se pone si no la tienes», dicen en varias farmacias madrileñas. La quieren hasta los farmacéuticos de Madrid, que fueron saqueados hace mes y medio -cuando arrancó la epidemia- por la colonia china, y que reciben llamadas de espontáneos ofreciendo, como en el estraperlo de posguerra, cajas a «precios imposibles».
Este es un recorrido de urgencia por el Madrid del coronavirus, de norte a sur, de Chamartín al Chinatown de Usera, en busca de la ansiada mascarilla -y no encontramos ni una en 12 farmacias, adelantemos-. Un paseo por el oportunismo (¿qué demonios hace la Tienda del Espía vendiéndolas a racimos?) y la locura colectiva. En realidad, un retrato en negativo de la psicosis y, por qué no decirlo, de la ignorancia: el virus apenas mata al 0,7% de infectados fuera de Wuhan (China) y el Ministerio de Sanidad dice que contra él es más efectivo un remedio de toda la vida: lavarse bien bien las manos (mira que nos lo dijo mamá).

"ES IMPOSIBLE TRAERLAS O FABRICARLAS"

«Ya, pero es que yo creo que eso lo dice el Gobierno porque no hay manera de traer mascarillas para todos, es imposible traerlas o fabricarlas y Sanidad no quiere que la gente caiga en el pánico», dice María Jesús, farmacéutica de Avenida de San Luis, 80. «Aquí no tenemos desde hace mes y medio. Los chinos se las llevaron todas. Para enviarlas a sus familiares o revenderlas, no lo sé. Sí ha habido hasta hace poco en los aeropuertos, que hicieron acopio, pero aquí nada. Y cada minuto nos piden una», termina.
Belén, en Costa Rica, 28, es un mar de dudas. Porque no se ha quedado «ni una para mí, y no sé si he hecho bien», ríe. Y porque no tiene claro «si cubren mejor las de tela o las de papel, y lo he mirado hasta en la web de la OMS». ¿Remedio? Otra vez el de la abuela: «En España nos lavamos poco las manos», dice.
En la farmacia de Príncipe de Vergara 289 no dan crédito. «Pero si esto mata menos que una gripe común, por Dios... Este virus parece que lo ha creado 3M», dicen en referencia a la firma fabricante de mascarillas. Ellos se negaron a venderles a los chinos «todo lo que teníamos de golpe, cajas de 100 en 100», pero se han quedado igualmente sin existencias «y tenemos lista de espera, de unas 40 personas». Igual ha pasado con los geles hidroalcohólicos, en torno a los cuales, explican, empiezan a florecer los aprovechateguis del miedo: «Algún proveedor nos los quiere vender al doble del precio normal, es un robo».
En la farmacia de Rodríguez Marín 86, María Jesús también ironiza con la mansa peligrosidad del coronavirus -«yo no me voy a poner, ya te lo digo»- y anuncia: «Mañana mismo tendremos, nos lo ha prometido el proveedor». Serrano 112 no quiere líos: cartel en la puerta con la leyenda «No tenemos mascarillas ni geles», y el no bien subrayado. «Y aún así la gente entra a preguntar... Nos llaman gente, espontáneos, para ofrecernos cajas de mascarillas a precios absurdos... En fin».

"TRANQUILA, CHIQUI, QUE LAS COMPRO POR AMAZON"

En Serrano 56 una señora se les puso farruca «cuando le dijimos que no teníamos. Y me dijo: 'Tranquila, chiqui, que las compro por Amazon, a 40 euros'. Pero claro, se ponen a comprarlas por internet y no saben si tiene que ser ffp2, o ffp3 [los distintos grados de protección]... Te vienen con el móvil para que les ayudes», cuentan. En Alcal 143 se produjo el lunes un extraño fenómeno: La Tienda del Espía despachó cientos de unidades. ¿Suele vender mascarillas La Tienda del Espía? «Mmm... Habitualmente no», admiten sus dependientas, antes de comunicarle a otro comprador que arriba a la tienda sudoroso que no, que ya no quedan.
En la farmacia de la Glorieta de Atocha es donde, cuenta ella, los clientes abroncan a Alejandra, dependienta colombiana, cuando les explica que no hay protectores. En su país tampoco hay, dice. «Deben de estar todas en China y en Italia... Pero es que incluso llamas a los proveedores y te recibe un mensaje grabado de 'no tenemos mascarillas'».
José Antonio, el farmacéutico de Santa María de la Cabeza 47 ha colocado una buena profilaxis a la puerta de su establecimento: un cartel que reza «no disponemos de máscaras de ningún tipo. Para consejo acerca del coronavirus, por favor entre». Da igual. La gente entra no a por el consejo, sino a pedir mascarillas.. «Hasta hace dos meses vendimos mascarillas de virus, luego ya de papel, que en realidad son quitamiedos, porque no van a parar la enfermedad. Con los geles pasó lo mismo. Y lo próximo serán los guantes, ya lo verás», zanja.
Unos números más abajo, en el 64, «la gente compra las de papel y se ponen dos a la vez, aunque no sirva de nada», nos cuenta el farmacéutico. Y llegamos a Usera, territorio chino. En concreto, a la farmacia de San Magín, 21. Donde la dueña, española, nos sopla: «Los medios no os habéis enterado, pero los chinos han estado un mes en cuarentena todos. No les hemos visto el pelo en un mes, impresionante. Son gente ordenada y, la verdad., muy respetuosa». Ella y su compañera habían guardado «seis mascarillas para nosotras, por si las necesitábamos», pero «hoy entró una chica que estaba fatal y se iba al hospital, y le dimos dos».
Pero vamos a ver, en suma: ¿sirven las mascarillas para algo o no?, se preguntará el baqueteado lector. Conclusión: ni idea, pero quien las robó ayer del servicio de Farmacia del Hospital de La Fe, en Valencia, donde han tenido que guardar las que quedan bajo llave, cree que sí. No hay peor epidemia que el miedo.

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