“Llámame y te responderé. Te haré conocer cosas maravillosas y misteriosas que nunca has conocido”. Jeremías 33:3 (NTV)
Daniel nos da un gran ejemplo de cómo manejar una situación imposible. Al pedirle que interpretara el sueño del rey Nabucodonosor en Daniel 2, él respondió de una forma que podemos usar como modelo.
En los recientes devocionales, he mencionado que Daniel no entró en pánico, y que él intentó comprender por qué el rey hizo tal pedido. También pidió más tiempo, y reunió un equipo de oración.
Daniel también oró y pidió a Dios que le diera una ayuda sobrenatural.
Cuando enfrentas una situación imposible, ni tu talento, ni tu lógica, ni tu educación van a solucionar tu problema.
Solo Dios puede hacerlo.
Por eso es que oras y pides a Dios su ayuda sobrenatural. Dios le dijo a Jeremías, que vivió en el mismo tiempo que Daniel: “Pídeme y te daré a conocer secretos sorprendentes que no conoces acerca de lo que está por venir” Jeremías 33:3 (NTV).
Eso era lo que Daniel necesitaba. Necesitaba que el Señor le mostrara lo que él jamás podría llegar a saber o descubrir por sí mismo.
Daniel podría haber estado adivinando por mil años y nunca iba a conocer el significado del sueño del rey. Pero Dios se lo podría decir en un instante.
La Biblia dice que no tenemos porque no pedimos.
¡Cuántas veces perdemos lo mejor de Dios simplemente porque no se lo pedimos!
He visto a Dios hacer esto una y otra vez en mi vida. He enfrentado grandes probabilidades de no poder encontrar la solución por mi cuenta. Así que he orado.
Y Dios ha respondido. Mi vida es una serie de oraciones respondidas.
Quiero que Dios haga lo mismo por ti.
¿Le vas a pedir lo mejor que Él tiene para tu vida?
Reflexiona sobre esto:
- ¿De qué maneras has visto que la oración produce milagros en las vidas de las personas que amas?
- ¿Cómo Dios ha respondido la oración en tu propia vida?
- ¿Qué cosas te impiden pedir a Dios lo mejor para tu vida?
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